Redacción
La organización del certamen Miss Universo anuncia el cierre de sus oficinas en la Ciudad de México y la reubicación total de sus operaciones en Nueva York. La decisión se atribuye a un entorno que la empresa considera adverso para el funcionamiento de una organización internacional, en medio de señalamientos por presiones y cuestionamientos de carácter político.
De acuerdo con la postura institucional, las condiciones de operación en México incluyen incertidumbre jurídica y problemas de seguridad que afectan la gestión cotidiana. La dirigencia del concurso sostiene que estos factores limitan la estabilidad necesaria para mantener actividades administrativas y logísticas en el país.
El anuncio ocurre en un contexto de controversia pública en torno a uno de los propietarios del certamen, el empresario mexicano Raúl Rocha Cantú, vinculado en versiones periodísticas con investigaciones por delitos graves. Aunque el concurso no vincula de manera directa estas acusaciones con el cierre, el entorno mediático y político rodea la decisión.
A ello se suma la polémica generada tras la más reciente edición del certamen, celebrada en Tailandia, donde la representante mexicana obtiene el título en medio de tensiones internas y cuestionamientos sobre el desarrollo del proceso. Estas circunstancias intensifican la atención pública sobre la organización y su estructura de gobierno.
El caso también se inserta en un debate político más amplio en México, con referencias a presuntas fricciones entre actores institucionales y a versiones sobre investigaciones sensibles. Mientras tanto, Miss Universo define una nueva etapa operativa fuera del país y busca concentrar su actividad en un entorno que considera más previsible para su funcionamiento.




