martes, noviembre 5, 2024
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Zona Diversa · Leo Espinoza

Activistas y organizaciones buscan crear una asociación política nacional llamada Movimiento Arcoíris por México 

Una asociación política nacional es la antesala de una agrupación política nacional que puede evolucionar a un partido político. 

El mayor reto ponerse de acuerdo y ser transparentes en la intencionalidad de sus intereses. 

Este viernes 13 se dio a conocer de la mano del activista Trans Máximo Carrasco  que activistas de la diversidad sexual y de género, representantes populares y servidores públicos iniciaron el registro de una asociación política nacional, llamada Movimiento Arcoíris por México, con el objetivo de agrupar a todas las personas de la diversidad sexual y de género del país; incidir en la política nacional; promover la participación política de las personas diversas es decir en espacios de decisión, y concientizar sobre la riqueza de la diversidad y los derechos humanos para eliminar estigmas, prejuicios y discriminación. 

De acuerdo a la ley electoral las asociaciones políticas debidamente constituidas pueden conformarse en una agrupación política nacional, los requisitos son: Un mínimo de 5,000 asociados en el país, un órgano directivo de carácter nacional, delegaciones en cuando menos 7 entidades federativas, documentos básicos, así como un nombre diferente a otras agrupaciones o partidos políticos, además deberán presentar un informe anual sobre el origen y destino de los recursos que recibieron. 

¿Porque es trascendente esta noticia?, porque después de 43 años visibles del movimiento LGBTTTIQA+ sería la primera vez que se buscarían unificar todas las voces diversas en un solo espacio con miras a constituirse como un partido político en un futuro, si bien ya se cuenta con las cuotas arcoíris que aún no son suficientes y el porcentaje claramente no es significativo para representar a una población que se estima de acuerdo al último censo del INEGI pudiera ser más numerosa, también es verdad que dichos espacios son usurpados por personas heterosexuales que cambian su identidad u orientación por una candidatura. 

Por lo que la lógica de los líderes y lideresas de la diversidad por años han querido materializar la idea de unión en un solo partido, sin embargo “del dicho al hecho, hay mucho trecho”, para nadie es un secreto que en esfuerzos similares “quien parte y comparte se queda con la mejor parte”, es decir para que usted me entienda querido lector o lectora según sea el caso, se debe cuidar mucho la forma en cómo se realizaría dicho esfuerzo. 

Para lograrlo, no solo deben ser consideradas todas las manifestaciones del acrónimo LGBTTTIQA+, todos los liderazgos estatales y mantener un equilibrio democrático de decisiones y en la dirección de dicha agrupación, pues de entrada que el equipo de la Dip. Federal Salma Luevano presida dicha asociación pudiera generar en el imaginario colectivo un conflicto de intereses, para nadie es un secreto que la lucha intestina de protagonismos e intereses políticos, económicos, profesionales y personales entre activistas de todo el país es el pan de cada día y un lastre para la agenda en común, por lo que de buscar esta meta se tendrá que democratizar el esfuerzo y pensar a futuro que en dicho espacio podrían caber todos, todas y todes. 

Ahora bien, esto no implica que de generarse en un futuro lejano un partido conformado por la diversidad sexual les exima a los partidos políticos de ofertar espacios de representación a las poblaciones LGBTTTIQA+, por lo que la tarea en paralelo será esperar los resultados del próximo censo del INEGI y con base a ello exigir se aumente el porcentaje de candidaturas que esté acorde al número de personas cuantificadas, que en síntesis es lo que busca este nuevo movimiento. 

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