POR Gerardo GARCÍA HERNÁNDEZ
Las autoridades eclesiásticas no han expresado preocupación alguna por la inseguridad, a pesar del recién asesinato del sacerdote Rubén Díaz en Cuautitlán Izcalli.
La Secretaría General de Gobierno del Estado de México puntualizó que el caso fue un “hecho particular”, mismo que se está atendiendo.
Destacó la comunicación permanente con cardenales, obispos y curas.
“Hasta este momento no tenemos reporte, este es un caso particular que ya estamos atendiendo.
Hemos tenido reunión no solamente con los párrocos, sino con los obispos y los propios cardenales y esta este momento no han expresado una preocupación“, refirieron.
Antes de este hecho, el 5 de junio del 2017, en la iglesia San Isidro Labrador, La Paz, el padre Luis López villa 73 años, fue asesinado por un hombre que le ayudaba a labores domésticas; el crimen se llevó a cabo en la casa parroquial.
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