POR Guillermo Guadarrama
Se llegó el Día de la Candelaria y aparte de la venta al por mayor de tamales y atole, feligreses de todo el país llevan a sus niños Dios con diferentes vestimentas a las iglesias, para que sean bendecidos en recuerdo de la presentación de Jesús en el Templo.
Aunque en su mayoría, estas figuras religiosas de cerámica, llevan prendas tradicionales, hechas de estambre, muchos optan por vestir a sus niños Dios de santos o con ropa que hace referencia a alguna profesión.
Este año por ejemplo en Puebla se ofrecía la opción del “Santo Niño Huachicolero”, al que presuntamente se han encomendado los ladrones de hidrocarburo.
Pero también hay personas que los visten de futbolistas, luchadores, motociclistas, vaqueros y el más común que de doctor.
A excepción de este último, los más creyentes de la ciudad de Toluca, aseguraron que vestirlos de esa manera, es una falta de respeto, a menos que sea una profesión que se le pida cuidar, es decir que, sí el portador es futbolista de profesión, tiene la oportunidad de vestirlo con el atuendo de ese deporte, pero con respeto y se hace para pedir que se le proteja dentro de su carrera.
