Redacción
Santiago Giménez ha encendido las alarmas en Rotterdam. El delantero estrella del Feyenoord se ha lesionado el tendón de la corva de su pierna derecha, dejando un hueco difícil de llenar en el ataque del equipo. Esta desafortunada lesión ocurrió durante el encuentro contra el NAC Breda, lo que ha dejado a la afición y al cuerpo técnico preocupados por la prolongada ausencia del mexicano.
La recuperación de Giménez tomará tres meses, lo que significa que se perderá hasta 20 partidos clave en lo que resta del año. Entre ellos, destacan importantes enfrentamientos de la Champions League contra equipos de peso como Girona, Benfica, Salzburg, Manchester City y Sparta Praga. La ausencia de su potencia goleadora se hará notar tanto en las competiciones europeas como en la liga local.
Se ha estimado que el delantero podría volver a entrenar a finales de diciembre, pero no se espera que juegue su primer partido hasta el 12 de enero de 2025, cuando el Feyenoord reciba al Utrecht en casa. La larga espera pone en vilo las aspiraciones del club en las competiciones en las que participa, dejando una gran responsabilidad en los demás delanteros del equipo.
El apoyo familiar ha sido clave en estos momentos difíciles para Santiago. Su padre, el legendario Christian «Chaco» Giménez, ha compartido palabras de ánimo a través de redes sociales, demostrando que la unión familiar es fuerte en tiempos complicados. Sin duda, el respaldo emocional será vital para la pronta recuperación del joven delantero.
El Feyenoord se enfrenta ahora al reto de mantener su nivel competitivo sin uno de sus jugadores más influyentes. Los aficionados, aunque preocupados, confían en que el equipo logrará navegar estos meses turbulentos mientras esperan con ansias el regreso de su goleador mexicano.
A pesar del duro golpe, Santiago ha demostrado en su carrera que tiene la fortaleza y determinación para superar cualquier obstáculo. Los próximos tres meses serán una prueba no solo para el Feyenoord, sino para el propio Giménez, que regresará con más fuerza que nunca.
