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Vinilo, el regreso del que nunca se fue

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Hace cinco años la venta de discos de vinilo en la avenida Balderas de la Ciudad de México estaba dirigida sólo a coleccionistas, pues nadie más apostaba a la nostalgia de una época que había caducado. Hoy, ante el regreso de este formato y la fuerza que recobra a nivel mundial, decenas de personas visitan a diario los puestos de la popular calle, cercana a las estaciones del Metro Balderas y Juárez, para buscar los discos de acetato de sus artistas favoritos, ya sea por recuerdo, fidelidad o moda.

* En los últimos dos años, la venta de LP´s ha sido histórica y con gran demanda dejando de ser un objeto de culto para otra vez formar parte de la cotidianidad.

    México.- A principios de los años ochenta surgió el disco compacto como un formato que reemplazó al disco de vinilo que durante décadas dominó el mercado de la música.

    A más de 30 años de distancia, su estancia en las tiendas corre peligro, ante el auge imparable de las plataformas digitales de audio y el regreso de los LP’s, que poco a poco dejan de ser un objeto de culto para otra vez formar parte de la cotidianidad.

    En los últimos dos años, la venta de discos de vinilo ha sido histórica y con gran demanda, incluso en mercados donde la música digital es fundamental, como Estados Unidos, México, Alemania y Reino Unido», señaló César Castro, gerente de Marketing Internacional de Sony Music México.

    Ante esta respuesta, en la disquera se han dado a la tarea de darle la importancia que busca recobrar al lanzar en ese formato los discos de Natalia Lafourcade, Julieta Venegas y DLD, entre otros; así como todo el catálogo de Elvis Presley, Janis Joplin y discos históricos del rock nacional, colombiano y argentino.

    «Que el vinilo esté de vuelta me tiene gratamente sorprendido, sobre todo porque su regreso se mantiene muy sano y en Sony Music queremos hacerlo habitual. Es decir, que ciertos artistas y géneros musicales lancen su música en CD, digital y vinil para que se recobre la cotidianidad», indicó.

    Se trata, dijo, de una gran oportunidad para valorar el álbum como una idea global ahora que está tan de moda el «track».

    «Yo lo analizo como la revalorización del arte-objeto y el vinilo vuelve a tomar su valor como ente completo», indicó el experto, quien desde los nueve años consume ese formato.

    El ser humano, señaló, «siempre ha mantenido el gusto de colectar cosas, de tenerlas físicamente y formatos como el MP3 no se lo permiten, pues es un estilo impersonal y frío». Se estaba perdiendo la parte romántica del concepto, de la música y del formato más viejo de todos, aseveró.

    «Antes, las familias se reunían alrededor de la tornamesa para escuchar música y ahora es al revés, la música está alrededor de la gente, pero con el regreso del LP es como volver a ese ritual romántico que le da un valor de unicidad, de pertenencia».

    Plataformas digitales como Spotify son muy prácticas, accesibles e inmediatas, «pero siempre existirán quienes prefieran esperarse a que salga a la venta el disco completo para revisar el arte, leer las canciones, las dedicatorias, o simplemente palparlo».

    También conocido como disco gramofónico, el vinil es un formato de reproducción de sonido que se basa en la grabación mecánica analógica. Según el número de canciones que contenga por lado y el diámetro del disco, se clasifica de diversas formas: sencillo (una canción por lado), flexi disc (con formato de plástico flexible), extended play (hasta tres canciones por cara), maxi sencillo (dos o tres canciones por cara) y long play (más de cuatro canciones en cada lado).

    «La gran ventaja que tienen los vinilos que hoy se están manufacturando, contra aquellos con los que crecimos, es que están haciéndose con estándares de calidad muy altos. Son más pesados, pues tiene gramajes que van de 150 en adelante.

    «Antes se hacían de 70 y 80 gramos, eran muy ligeros, se pandeaban y con el sol podían doblarse y dañarse por completo. Ahora que el gramaje es más grueso permite que el surco sea más amplio, le cabe más información y la calidad es mucho mejor», destacó Castro.

    Aunado a esto, los nuevos vinilos vienen con su descarga de MP3 y ya no es problema escucharlos, ya que prácticamente las tornamesas están a la venta en cualquier tienda departamental.

    «Las grandes cadenas, que incluso se negaban a poner en sus anaqueles a los vinilos, hoy les han abierto un gran espacio. Esto es sólo para darnos cuenta de lo importante que se está volviendo el formato. Si alguien me hubiera dicho hace seis años que esto iba a suceder no lo hubiera creído, pero ahora es una realidad».

    César Castro augura que no sucederá lo mismo con el casete, ya que ese concepto tiene menos durabilidad.

    «Muchos sellos siguen editando al casete que en su momento funcionó por su portabilidad, como hoy en día sucede con cualquier teléfono al que le cabe todo lo que quieras. Incluso, en sus cintas podíamos hacer nuestros propios ‘mix tapes’ (mezclas de la radio o de otro casete).

    «Sin embargo, es un artículo de colección porque su calidad es mala, las cintas con el tiempo se pegan y caducan, mientras que un vinilo no tiene caducidad si cuidas que no se ralle. Yo tengo discos de los años sesenta y pareciera que están nuevos», concluyó.

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