Dulce María Lizárraga
Cómo cada diciembre estéticas, barberías, manicura y todos los lugares que brindan un servicio de belleza, se preparaban para agendar y recibir a sus clientes, sin embargo al pasar la entidad de semáforo naranja a rojo, todos estos negocios tuvieron que cerrar, ya que no son lugares de primera necesidad.
La pandemia a generado el cierre de estos negocios, que en esta época del año tenían mucha actividad económica y en ocasiones el tiempo nos les alcanzaba para atender a todos su clientes, pues los mexiquenses suelen darse una manita de gato para recibir el año nuevo.
Con la intensión de salir adelante y no perder una inversión o el sustento de sus hogares, los estilistas han cambiado la dinámica de trabajo, ahora brindar el servicio a domicilio, pero manifiestan que la pérdida sigue siendo mayor, pues atienden a muy pocos clientes, al mismo costo y el tiempo también les juega en contra pues deben trasladarse de un lugar a otro.
Los pocos locatarios que se atreven abrir aún con las restricciones del gobierno, señalan que la gente tiene miedo de acudir a estos negocios por el alto índice de contagios de Covid-19 que hay en la entidad.
Los afectados afirman que este año tendrán muchas pérdidas, algunos tendrán que despedir personal y otros tantos tendrán que cerrar definitivamente.
