* «Esto es una afrenta», señaló Fiscalía a asesinos del jefe de la policía en zona sur.
* Detenciones y decomisos contra grupos criminales, principales líneas de investigación.
Gerardo GARCÍA HERNÁNDEZ
La ejecución del jefe de la policía estatal de la región sur, Pedro Alcántara, es una afrenta directa del crimen organizado en contra del Gobierno del Estado de México, por lo que el caso no quedará impune, sentenció Alejandro Jaime Gómez Sánchez, fiscal General de Justicia (FGJ).
A 24 horas del atentado violento, las líneas de investigación se enfocan a la participación que tuvo el comisario en golpes a las estructuras de grupos organizados que operaban en Tierra caliente, como la detención de diversos delincuentes o la incautación de cantidades importantes de marihuana.
Al respecto, Gómez Sánchez dijo se analizan las videocámaras de la casa del servidor público y las cercanas a la escuela de su hija, además de los teléfonos inteligentes de él y su mujer, para esclarecer el caso y detener a los responsables del doble homicidio.
De acuerdo a reportes oficiales, la emboscada al comisario y su mujer ocurrió en la carretera libre Toluca- Atlacomulco, a la altura del poblado de la Purísima, Ixtlahuaca.
“Esto no queda así, esto es una afrenta muy clara de un grupo delictivo para el Estado de México, para la Secretaría de Seguridad del Estado de México y desde luego, también, para nosotros la Fiscalía del Estado de México», señaló.
Desde luego una de las primeras líneas de investigación tenemos muy claras es la acción del comandante en la región sur del estado que le permitió darle golpes importantes a la delincuencia organizada, especialmente en lo que se refiere al tráfico de drogas”.
El fiscal general abundó que Alcántara Valdés y su esposa fueron emboscados en la carretera libre Toluca-Atlacomulco, a partir de armas calibre 223 y 45, los cuerpos recibieron varios impactos de bala de acuerdo a los reportes de los peritos.
“Se encontraron múltiples elementos balísticos de tanto calibre 223, de arma larga como incluso calibre 45, varios impactos de arma de fuego en el cuerpo del comandante, también en el cuerpo de la señora se encontraron al menos cuatro impactos de arma de fuego”, explicó.
El comisario Alcántara Valdés ingresó en enero de 1983 a la entonces Dirección General de Seguridad Pública y Tránsito (ahora Secretaría de Seguridad) y al momento de su fallecimiento tenía 52 años de edad.
