Redacción
Las elecciones presidenciales en Estados Unidos, programadas para el 5 de noviembre, se perfilan como unas de las más reñidas en la historia reciente. Kamala Harris y Donald Trump buscan captar 93 votos del colegio electoral, que se distribuyen en siete estados considerados decisivos para determinar quién ocupará la Casa Blanca en los próximos cuatro años.
Las encuestas indican un panorama incierto, donde ni Harris ni Trump cuentan con una ventaja clara. Ambos candidatos se concentran en ganar en estados como Pensilvania, Georgia, Carolina del Norte, Michigan, Arizona, Wisconsin y Nevada, que son cruciales para alcanzar los 270 votos necesarios del colegio electoral.
El proceso electoral presenta diferentes escenarios de victoria. Si Trump logra hacerse con los votos de Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia, alcanzaría los 270 votos electorales. Otra opción para él incluye ganar Wisconsin, Carolina del Norte, Georgia, Arizona y Nevada, lo que le permitiría sumar un total de 278 votos. En un escenario más favorable, aunque pierda en Nevada, podría conseguir 306 votos electorales al ganar los otros seis estados.
Por su parte, si Harris obtiene los votos de Pensilvania, Michigan y Wisconsin, se convertiría en la primera mujer presidenta de Estados Unidos, alcanzando los 270 votos necesarios. Un triunfo en Nevada, Carolina del Norte, Georgia y Arizona le permitiría sumar 275 votos electorales. El mejor escenario para ella implicaría ganar en Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Georgia, Nevada y Arizona, totalizando 303 votos.
A medida que se acerca el día de la elección, ambos candidatos se encuentran en un empate técnico, sin margen para especulaciones. Ante esta situación, Trump ha declarado que su campaña anunciará la victoria independientemente del resultado, lo que podría generar controversias políticas y acusaciones de fraude si Harris resulta ganadora.