* Pequeño británico que se convirtió en un símbolo mundial
de la lucha por la vida y que falleció este viernes.
Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco encomendó a Dios a Charlie Gard, el bebé de 11 meses que se convirtió en un símbolo mundial de la lucha por la vida y que falleció este viernes en Londres.
«Encomiendo el pequeño Charlie al Señor y rezo por sus padres y por todas las personas que lo amaron», escribió el pontífice en un mensaje difundido a través de sus nueve perfiles lingüísticos en la red social Twitter que juntos suman más de 32 millones de seguidores.
El pequeño, que padecía una rara enfermedad genética, inspiró a millones de personas en medio de un acalorado debate público por el deseo de sus padres de probar una terapia experimental y la oposición de los médicos británicos a esta alternativa.
El reclamo de sus padres, Connie Yates y Chris Gard, se convirtió en una batalla legal que llegó hasta la Corte Europea de Derechos Humanos, la cual rechazó un recurso de los familiares para evitar el cumplimiento de una orden judicial de los tribunales británicos para desconectar al pequeño de los aparatos que lo mantenían con vida.
Incluso, el juez desechó la petición de los padres que deseaban llevar al niño a morir a su hogar familiar y tampoco le dio más días con vida, instruyendo su desconexión en un instituto para bebés con enfermedad terminal.
La tarde de este viernes, Yates informó del fallecimiento mediante un breve comunicado: «Nuestro bello y pequeño niño se ha marchado. Estamos muy orgullosos de ti».
El Papa ya se había manifestado otras veces sobre este caso. El 2 de julio pasado, en plena disputa legal, el portavoz vaticano Greg Burke informó que Jorge Mario Bergoglio seguía «con afecto y emoción» el caso del pequeño Charlie y manifestaba «su cercanía a los padres».
Advirtió que además de rezar por ellos, esperaba que «no se haya pasado por alto su deseo de acompañar y tratar hasta el final a su bebé». Aquella declaración fue entendida como un espaldarazo papal a la exigencia de los progenitores.
Luego, el pasado 24 de julio, cuando los padres anunciaron que abandonaban la batalla legal, el mismo vocero comunicó que el líder católico rezaba por el niño, por sus padres, y que se sentía «especialmente cercano a ellos» en ese tiempo «de inmenso sufrimiento». Añadió que Francisco llamaba a todos a rezar «para que ellos puedan encontrar el consuelo y el amor de Dios».
Hasta el final, los médicos del hospital Great Ormond Street de Londres sostuvieron que no había cura posible a la enfermedad de Charlie; por eso, en su momento, fue la misma institución la que solicitó a la justicia el permiso para la desconexión.
En su momento, el hospital pediátrico del Vaticano, el «Bambino Gesù» (Niño Jesús) intentó ofrecer sus instalaciones para proteger al bebé durante el tiempo que le quedase de vida, pero el traslado nunca se concretó.
