- La oposición es minoritaria, producto de una arraigada cerrazón partidista, indicó Josh Earnest.
- La próxima semana, Estados Unidos y Cuba darán uno de los pasos más significativos en el restablecimiento de relaciones con la apertura formal de sus respectivas embajadas en Washington y en La Habana.
Washington.- El gobierno de Estados Unidos señaló que es mayoritario el apoyo del Congreso a la nueva política hacia Cuba, en vísperas de que ambos países abran sus respectivas embajadas como parte del restablecimiento de relaciones diplomáticas.
Aunque la designación de un embajador estadunidense en La Habana parece poco probable ante la oposición de los republicanos en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado -el primer obstáculo a librar-, el vocero presidencial Josh Earnest apuntó que ello no refleja la realidad.
«Existe apoyo bipartidista para impulsar la política que el presidente (Barack Obama) anunció para normalizar nuestras relaciones con Cuba», dijo Earnest en rueda de prensa.
Caracterizó la oposición como minoritaria y producto de una arraigada cerrazón partidista, «pero por fortuna existe un número de acciones que el presidente ha tomado usando su autoridad ejecutiva para producir estos cambios».
«El presidente está implementando estos cambios, porque cree que se inscriben en el amplio interés estratégico de Estados Unidos», indicó.
La próxima semana, los dos países darán uno de los pasos más significativos en el restablecimiento de relaciones con la apertura formal de sus respectivas embajadas en esta capital y en La Habana.
La embajada de Cuba operará en la vieja casona que por años funcionó como su Sección de Intereses en la capital estadunidense, como sucederá en el caso de la Sección de Intereses de Estados Unidos en la capital cubana.
Earnest insistió en que con el restablecimiento de relaciones, Estados Unidos se ha liberado de un «espinoso» elemento en sus relaciones con los países de Latinoamérica, y con ello «las preocupaciones de los países en el Hemisferio Occidental ahora están enfocados en el trato que el gobierno cubano da a su gente».
«Sabemos que esta política (de reconciliación) es apoyada de manera amplia por los cubanos, quienes reconocen en ella una enorme oportunidad para tener un gobierno que los trate con respeto con relación a sus derechos humanos», apuntó.
El vocero dijo que dado la favorable aceptación de la nueva política, «nosotros vamos a continuar avanzando, utilizando toda la autoridad que podamos para tratar de implementar los cambios, pero no creemos que ello vaya a causar un cambio significativo en la mente de una minoría estridente en el Congreso que se opone».
