Juan Gabriel GONZÁLEZ CRUZ
- Se perfilan elecciones en la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.
Francisco Javier Gallo Palmer, aspirante a la dirigencia nacional de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), presentó su plan de trabajo en la Ciudad de Toluca, en aras de convencer a los industriales del ramo mexiquense para que apoyen su proyecto de cara a los comicios internos programados para el 4 de marzo.
Con el lema “Por una Cámara Democrática e Incluyente” Gallo Palmer pidió a los constructores del Estado de México su voto, participación y planteamientos, a efecto de fortalecer al gremio que por el momento –admitió- pasa por una crisis de liquidez y de adjudicación de obra pública.
Fue en el Colegio de Ingenieros, en la capital mexiquense, en donde Gallo Palmer escuchó de sus colegas mexiquenses los problemas que han enfrentado en los últimos años y donde la CMIC, afirmaron, ha carecido de unidad, de respaldo de las instituciones de gobierno y de participación en los grandes proyectos de infraestructura.
“Los empresarios no han podido crecer, veo ansiedad y desesperación. Las grandes obras como el Aeropuerto ya están adjudicadas, los microempresarios no pueden entrar porque la política tiene acuerdos previos con empresas que quizá ni pertenecen a la Cámara… En los municipios es igual, las obras ya están comprometidas y los empresarios, en lugar de crecer, estamos desapareciendo”, señalaron los ingenieros del Estado de México.
Gallo Palmer, empresario del ramo de la construcción de Michoacán presentó a su planilla, con la que pretende ganar el 4 de marzo, misma que inscribió ayer y que está integrada por 19 miembros, entre los que se encuentran, como secretario, Lorenzo Ricardo García de León; tesorero, Martín Serrano García; vice presidenta ejecutiva de Mujeres Empresarias, Laura Leticia Ahumada Fragoso; vicepresidente ejecutivo de Infraestructura Carretera, Jordán Miceli Orantes.
En conferencia de prensa, Francisco Javier Gallo escuchó y compartió las quejas de los ingenieros mexiquenses, en el sentido de que un alto porcentaje de la obra pública debe asignarse a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.
“Esto no ha sucedido porque no ha habido voluntad política ni presión por parte de la Cámara. Tenemos que admitir que hay desunión ya que cada quien jala por su lado, y eso no debe ser el proyecto de la CMIC”, puntualizó.
