Por Julio A. AGUIRRE
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- Héctor Yunes Landa. ¡Cuánta bajeza!
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- Miguel Ángel Yunes Linares. Guerra asquerosa en su contra.
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- Instituto Nacional Electoral. Adorno demasiado caro e inútil.
*Guerra repugnante.
*¡Pobre de ti Veracruz!
*¡Y lo que viene (2018)!
Creo que con el tiempo mereceremos no tener gobiernos. Jorge Luis Borges.
Lo que está sucediendo en algunos estados donde se renovará la gubernatura, Tamaulipas y Veracruz, concretamente, es un pequeño avance de lo que podemos ver en 2018.
La palabra repugnante se queda corta para definir el pleito ¡entre familiares!, Héctor Yunes Landa y Miguel Ángel Yunes Linares; el primero candidato a la gubernatura por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el segundo luchando por el mismo cargo apoyado en la alianza PAN-PRD.
Candidatos y partidos no tienen límite en insultos y acusaciones.
Pobre de ti, querido Veracruz. Pobre de ti, adorado México lindo y jodido.
Imposible estar en peores manos.
Está claro que en la política no existe vergüenza personal, familiar y profesional. Son ellos o no es nadie. La bajeza con que los Yunes se vienen manejando no es digna de la sociedad veracruzana, tampoco del país.
Los partidos políticos son indignos de confianza. Responsables directos de las desgracias del país.
A distancia captamos que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha tenido gobiernos desastrosos. Si hubiese tantita ética, autocrítica y vergüenza no debieron presentarse a competir.
¿No se han cansado de chingar al estado veracruzano? Pregunta tonta y de pronta respuesta: ¡No!
El partido tricolor, antes de presentarse ante la ciudadanía pidiendo la confianza y el voto, debiese pedir perdón por los desaciertos e ineptitud de pasados y actual gobierno, pero no, no hay vergüenza.
El candidato del partido que mantiene el poder ha lanzado una campaña por demás vil y denigrante -mientras no se demuestre lo contrario- sobre su adversario y al mismo tiempo primo-¡qué bonita familia, qué bonita familia, qué bonita familia!-.
«Es un perverso sexual», dijo.
Veracruz no puede poner a su infancia en manos de un señalado por abuso sexual a niños y niñas, agregó.
Cualquier ser humano -sintiéndose inocente- hubiese reaccionado de manera contundente. Imposible mantenerse ecuánime con atole antes que sangre en las venas.
Miguel Ángel Yunes Linares, candidato de la alianza PAN-PRD, anunció que denunciará penalmente al dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones y al actual gobernador veracruzano, Javier Duarte.
«Se trata de la guerra más asquerosa de una banda delictiva que tiene temor de que Miguel Ángel Yunes llegue al gobierno del estado, pero es absolutamente falso el señalamiento de pederastia que me han hecho Javier Duarte, Héctor Yunes y Manlio Fabio Beltrones», expuso.
NO TIENE LA CULPA EL INDIO…
Mientras mayor es el número de leyes, más corrupto es el Estado. Focitus.
¿Dónde está el Instituto Nacional Electoral? ¿Qué hacen los malamente llamados consejeros electorales? ¿Cuáles son sus reglas? ¿Cuándo se fajarán los pantalones y dejan ser marionetas de los partidos políticos y más allá?
La sociedad está desprotegida, olvidada y mancillada.
¡Al diablo las instituciones! dijo una ocasión Andrés Manuel López Obrador, lo que le acarreó un cerro de críticas y mentadas (y no de menta). Pues mire usted «El loco» y el «Peligro para México» no estaba equivocado.
El caso Veracruz y los Yunes será parte del anecdotario político-electoral pasando el proceso; ya vemos al vencedor hacer su llamado al contrario para olvidar todo y trabajar juntos en pro de los habitantes. Ya vendrá la mano estirada al enemigo político para que acepte dignamente su derrota y hasta la petición de sumarse a su equipo de trabajo.
Así de hipócritas. Así de rápido se conforman y olvidan el pasado mientras las denuncias penales mueren en el olvido.
México es un país con ciudadanos valiente, lástima que a muchos políticos les falte lo que cargamos debajo de la bragueta.
Y con estas «mulas» hay que arar hijo, decía mi viejo.
¿Qué nos espera en 2018 durante la lucha por la máxima silla en el país?
¡Dios guarde la hora!
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí, ahora sé que fui feliz y si lloré también amé, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
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