Inicio Opinión A mi manerA

A mi manerA

0
Juan Zepeda Hernández. La moral por las nubes.

Por Julio A. AGUIRRE

*Prueba de fuego.
*La caída de Delfina.
*El repunte de Zepeda.

En todo momento los prudentes han prevalecido sobre los audaces. Théophile Gautier.

Felizmente llega el segundo debate entre los seis aspirantes a gobernar el Estado de México en su periodo 2017-2023. Que Dios los agarre preparados y a nosotros confesados.

De lo que se diga hoy dependerá, en mucho, la inclinación de la balanza. Es el momento para que los indecisos jalen por el o la candidata que más convenza.

Ciertamente no se esperan grandes cambios, el horrible y aburrido formato no ayuda para el «lucimiento» de Josefina Vázquez Mota, Delfina Gómez Álvarez, Teresa Castell, Alfredo del Mazo, Juan Zepeda y Oscar González; sin embargo ahora o nunca se verá el trabajo de los asesores de candidatos, y qué tan buenos son para seguir las indicaciones de su esquina, y sobre todo para improvisar y salir del atolladero cuando venga el turno de responder a las acusaciones y agresiones verbales.

Más allá de los temas a tratar, economía y empleo, desarrollo sustentable, salud y educación; las estadísticas, a favor y en contra, los letreritos, la lengua y la mente estarán despiertos para repeler los misiles.

Qué no se coman su tiempo en acusaciones y defensa; preferible para el electorado pasar desapercibidos en tan bochornosos temas y hablar qué y cómo harán para beneficiar a una ciudadanía bastante despierta, harta y exigente de acciones reales.

La política es una rueda de la fortuna. Josefina Vázquez Mota, candidata del Partido Acción Nacional, es la de mayor experiencia en este tipo de confrontaciones, sin embargo es quien está en tercer lugar, de abajo para arriba; la sobrepasan Del Mazo Maza, Gómez Álvarez y Juan Zepeda.

Las posiciones, si se quieren ver más frías, indican que la panista está a la cola en el entendido que Oscar González y Teresa Castell no levantan ni con grúa.

Necesita la ex candidata presidencial una noche redonda o mágica; ganar adeptos con sus propuestas y restar simpatizantes de los contrarios con sus ataques en torno a la corrupción e impunidad.

Del Mazo Maza sin duda después del primer debate aprendió a medir sus tiempos para que no le corten el micrófono (¡qué feo se ve hablando sólo!); dejar la cara de palo y proponer, proponer y proponer. Del Mazo Maza no sabe ni tiene recursos para defenderse de las acusaciones hacia su militancia.

Delfina Gómez Álvarez requiere mucho más de estar presumiendo que va requeté bien, y que le tienen miedo a una humilde profesora y, por supuesto, que va a ganar.

Si aprendió a hilar tres o cuatro frases con propuestas viables después del debate se mantendrá en la pelea.

Juan Zepeda Hernández, del Partido de la Revolución Democrática (PRD) por su parte llegará lleno de confianza ante el levantón en las preferencias; rebasó a Josefina y está cerca de los punteros. Juan Zepeda requiere mantener su estrategia: pensar y hablar como pueblo. Cuidado con el exceso de confianza.

La atención estará, pues, en dichos personajes, Oscar González (PT) y Teresa Castell (Independiente) no ganan el 4 de junio ni sucediendo un cataclismo.

Faltan horas para saber quién gana el segundo y posiblemente definitivo debate. Faltan días para que el pueblo mexiquense vote a favor del Partido Revolucionario Institucional y/o bote (de sacar) al Partido Revolucionario Institucional.

SUBE Y BAJA

La audacia sin juicio es peligrosa, y el juicio sin audacia es inútil. Gustave Le Bon.

En la política nadie sabe para quién trabaja y, en cierta medida se asemeja a lo que sucede en nuestro futbol; este deporte de la patada donde el súper líder le gana al mejor hoy, y pierde con el peor mañana. Un deporte donde un equipo (Monarcas Morelia) está en la división inferior y en segundos salva el descenso, se mete a la liguilla ¡y puede obtener el campeonato!

En la política, llámese procesos electorales, el que hoy está arriba en las preferencias electorales mañana está en el fondo. Todo depende de los escándalos que surgen día a día.

Para muestra el botón llamado Andrés Manuel López Obrador, quien sigue tropezando con la misma piedra. Se siente seguro y ganador antes de, por lo que no se enloda con los de abajo; evita debates con la «Chusma» y pide pelea con los pesos pesados, la «Mafia en el Poder».

Lo mismo está sucediendo en el Estado de México, donde ya se ve en la silla de gobernador, vía Delfina; que ha enviado un ultimátum a los partidos de izquierda para el 2018: ¡Están conmigo o están contra mí!, palabras más palabras menos.

Es esa soberbia el enemigo número uno de quien hace tiempo hubiese sido presidente del país si no fuera tan tereco, tan ocurrente y tan mal perdedor.

Cuidado, el político tabasqueño está tan cerca y tal lejos de ganar en el 2017 y repetir en el 2018.

Viene a cuento por la respuesta del Partido de la Revolución Democrática en torno al proceso mexiquense. Con el levantón logrado por Juan Zepeda las cosas han cambiado notablemente.

Que sea Morena y su candidata quien decline a favor del PRD y Zepeda Hernández, respondieron.

Lo dicho. En política el más chimuelo mastica fierro.

Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también ame, puedo seguir hasta el final…A mi manera.

Correo electrónico: aguirre@8columnas.com.mx

SIN COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Salir de la versión móvil