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A mi manerA

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Alfredo del Mazo. El compromiso es enorme.

*A. del Mazo, tremendo compromiso.
*¿Requeté-bien?, ¡Requeté-mal!
*Máquinas antes que humanos.

Por Julio A. AGUIRRE

Con audacia se puede intentar todo, más no conseguirlo todo. Napoleón Bonaparte.
Pueden llamarnos exagerados y exigentes. No importa estamos acostumbrados, además lo hemos sido siempre.
No nos gustó el primer debate entre los candidatos a gobernar el Estado de México, y tampoco nos complació el segundo y último -afortunadamente- intercambio de ideas y propuestas.
A ojo de buen cubero insistimos que la entidad con casi 17 millones de habitantes le quedaría grande al que gane. Como grande ha quedado a varios mandatarios obviamente de extracción priista.
Alfredo del Mazo Maza puede ser visto como el «Pípila», y a la postre «Niño Héroe»; trae una tremenda loza cargando y todas las expectativas, pasadas y presentes, lo persiguen. Ningún ex gobernador tricolor enfrentó el compromiso del tamaño que trae del Mazo Maza, un joven que debería desligarse del pasado. Imposible, los colores y las siglas las trae tatuadas en el pecho.
Si antes decirse priista era sinónimo de éxito, hoy ser del Partido Revolucionario Institucional es una tremenda prueba, y, por qué no decirlo, hasta una molestia e impedimento para ganar el Estado de México con la pura camiseta.
Alfredo del Mazo puntea en las encuestas, sí; pero del Mazo no logra tomar ventaja sobre sus cercanos perseguidores y eso puede llevar el veredicto final a tribunales; la oposición tiene todo listo, pienso, para revivir el «voto por voto» y «casilla por casilla».
Ciertamente el único candidato que va en coalición se vio más «agresivo» en el segundo debate, y aunque el que calla otorga, del Mazo Maza no tiene el perfil de atacar-defendiéndose y defenderse-atacando.
La estrategia es simple. Ataca a quien te pisa los talones; ataca al que viene subiendo. Por obviedad el segundo debate fue prácticamente entre Del Mazo, Delfina y Juan Zepeda, sin olvidar a Josefina.
Mucho y muchos se quejan del formato empleado por el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), sin embargo en ese renglón no hay ventaja para nadie todos están en las mismas circunstancias. El chiste de todo debate es saber aprovechar el tiempo; ver la cámara -igual a ver a los ciudadanos a través de la lente- y comportarte como eres no como quieren otros que seas.
Los grandes estrategas que mueven los hilos también se equivocan. La improvisación es palabra clave. Ciertamente tienes que hablar y proponer sobre los temas torales y obligados; sin embargo hay algo que se llama «chispa» y que estriba justamente en la espontaneidad.
La sociedad quiere ver y escuchar al candidato y a la candidata de carne y hueso; no una máquina o grabadora pues si se chinga la cinta, se amoló todo.
Juan Zepeda ha sido, desde nuestra humilde opinión, el que ha sabido jugar ese papel. Habla como pueblo, siente como pueblo, se comporta como pueblo por lo tanto es pueblo (asegura el candidato del PRD). Es, y no nos basamos en encuestas, el candidato que ha subido, el ganador de ambos debates.
Lástima, pensamos, que Juan Zepeda esté resultando un buen candidato apoyado por un mal partido.
Nubarrones amenazan la campaña de Delfina Gómez. No se sale de su script y ya cansó con: «Nos va requetebién -en las preferencias-; sin responder a las acusaciones hechas por Josefina Vázquez Mota primero, y por Del Mazo Maza en el segundo debate.
La «maestrita», como ella misma se autonombra, vive tiempo de arrojar cohetes sin embargo, en lo que resta de campaña puede dedicarse a recoger varas.
INTERESANTE
Actúa siempre con acierto. Esto tranquilizará a algunas personas y asombrará al resto. Mark Twain.
Toda la carne -y presupuesto- al asador los días que restan de campaña. Han entrado en la curva final del proceso y veremos quien tiene más saliva y trague más pinole. Restan eventos masivos donde los y las candidatas se lucen pues no tienen que responder preguntas incómodas y todo el discurso será miel sobre hojuelas.
Mucho han dejado que desear y ofertar los candidatos a gobernar la entidad mexiquense, no significa que sean poco como aspirantes; ellos arrastran el pasado de sus instituciones y ahí sí está complicado dar con el que resulte menos malo.
El abstencionismo y la división del sufragio harán que el 4 de junio el Estado de México sea un nudo de nervioso, y donde el nuevo guía se siente en la silla con la menor cantidad -aunque sea el mayor padrón electoral- de votos recibidos.
Gobernar a 17 millones de ciudadanos cuando sólo recibiste el apoyo de un millón -o poco más- de simpatizantes resultará bastante complicado.
Mantengamos, los católicos, el rosario en las manos.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también ame, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
Correo electrónico: aguirre@8columnas.com.mx

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