Por Julio A. AGUIRRE
*Violencia imparable.
*No hay autocritica.
*Nopales por tamales.
EL OBEDIENTE sigue su camino, el valiente se crea uno. Brontis Jodorowsky.
Cuando se conozca el nombre del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la gubernatura del Estado de México, él o ella asumirán el rol más importante en el Estado de México, señalamos en su momento.
Por encima del propio gobernador claro está. Así fue porque así ha sido siempre. El interés se centra en el que viene no tanto en el que se va. Total uno ya «bailó» y otro prepara su coreografía.
Eruviel Ávila Villegas sigue trabajando, quizá al mismo ritmo que los primeros años en su administración; lo poco o mucho que hacía antes se utilizaba -la mayoría de los medios- como la de «Ocho Columnas»; hoy no alcanza ni la de «cuatro -Columnas-.
Falta lo más importante de la administración actual, dirán algunos. El último informe de labores. Es justamente el último año de gobierno, de la mayoría de mandatarios, los años más flojos. Los ojos y sobre todo los oídos se encuentran pendientes por lo que pueda decir de su carrera y de su ambición política. Caso Peña Nieto, que pese a ser un secreto a voces, se esperaba el anuncio «oficial» de competir por la silla presidencial.
No vemos en Eruviel Ávila Villegas la misma intención. De que quiere, quiere. De que pueda o de que lo dejen es otra cosa, y existe un abismo de distancia. No es seguro, como en antaño, para ningún priista levantar la mano y si el «dedo» lo señalaba, prácticamente se convertía en candidato y presidente de México.
Hoy son más las posibilidades de perder -saludos a Francisco Labastida Ochoa y a Roberto Madrazo Pintado- que salir victorioso.
El tema principal y preocupante para la sociedad mexiquense es la manera en que el crimen organizado «está haciendo su agosto. Fiesta grande la de los criminales con «cohetones» que hieren y matan. Hay días, no digamos meses y años, que los hechos delictivos se han incrementado de tal manera que los muertos se cuentan con los dedos de las manos, de los pies y faltan dedos.
CUENTA MUCHO
Quiero morir siendo esclavo de principios, no de hombres: Emiliano Zapata.
Lo bueno casi no se cuenta, pero cuenta mucho, reza eslogan presidencial. ¡Cierto!. Lamentablemente es tan poco lo bueno para contarse y tanto lo malo para lamentarse que los mejores espacios son acaparados por medios escritos, la radio y la televisión.
8 Columnas está lejos de aplicar una línea editorial donde el sensacionalismo y la nota roja es el objetivo. No lo hacemos aun sabiendo que ese tipo de información, y medios que lo hacen, resulta benéfico en cierto tipo de objetivos.
Seleccionar las notas que ocupen las principales planas es tarea difícil. No hay, insistimos, mucha tela de donde cortar y formar un traje fino, elegante y bonito, por el contrario. Escuchamos, vemos y leemos de balaceras, cárteles, enfrentamientos, muertos, robos, secuestrados, policías de día y ladrones de noche, emboscadas, servidores públicos ladrones, impunidad y corrupción. ¿Hay cosas buenas que casi no se cuentan, pero cuentan mucho? ¿Cómo lo sucedido en las grandes obras del gobierno federal donde gastan ríos de millones de pesos; dónde el propio presidente de México inaugura y presume el logro, y a los pocos meses se abre un socavón donde mueren dos personas?, por ejemplo.
Los mexicanos y quienes estamos ligados a los medios informativos estamos sedientos de publicar notas efectivas, importantes, justas, valederas y duraderas, lo deseamos en verdad no tanto a lo que personalmente deseamos; lo imploramos por quienes son ya el presente y futuro del país (niños y jóvenes)
No hay manera que político alguno, pueda convertirse en ídolo; no mientras quieran vender tamales y lo que dan son nopales.
COMO VA…
Auto crítica… obviamente en el Estado de México, en el país en general no se emplea la autocrítica. El Estado de México es de las entidades más peligrosas del país; mientras las estadísticas de grupos o movimientos no gubernamentales lo indican, los gobiernos municipal, estatal y federal inventan cifras alegres buscando ocultar la verdad. No señores ejecutivos.
El sol no se tapa con un dedo, ni los mexicanos nos chupamos el dedo. Qué difícil resulta -a la sociedad acostumbraos a levantarnos y acostarnos con una sensación que no nos abandona: la sensación del miedo.
La verdad no mata. ¡Digámosla y aceptémosla!
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también ame, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
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