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En Ascuas

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Óscar GLENN MORALES

* Valle de Toluca en problemas…

Materialmente indignados y dispuestos todo están muchos vecinos del Municipio de Mexicaltzingo en el Valle de Toluca, ante la inacción que ha prevalecido por parte del gobierno municipal que encabeza la presidenta municipal Sara Vázquez Alatorre, frente al embate de la delincuencia, que se ha materializado en el aumento de asaltos a mano armada y robos a casa habitación, a tal grado que los pobladores no logran sentirse seguros ni en su casa ni en sus negocios, que hacen justicia y toman sus previsiones a su modo y manera.

Y fuera de Mexicaltzingo, cuando vemos escenas donde los delincuentes a punto de ser linchados por pobladores, lucen ensangrentados los estragos de la furia social justiciera que se reproduce como última opción para contener a los malechores, no podemos evitar preguntar ¿dónde quedó la tranquilidad pueblerina de nuestros municipios semiurbanos? ¿Ya están enfermos de delincuencia mezclada con indolencia gubernamental o cuando menos de incompetencia? ¿Tan rápido llegamos a esto?

Lo que paso este fin de semana es una clara muestra que hace falta a los gobernantes de los municipios del valle de Toluca, de manera urgente, más que publicaciones alegres en redes sociales o firmas de protocolos y convenios para la foto; dispongan de equipos humanos capaces, formulen visión, estrategia y alcancen efectividad para resolver los problemas que derivan de haberse integrado a una metrópolis, cuyo ritmo de vida va acelerando y las complicaciones van creciendo, y sobre todo a propósito de ello sumen esfuerzos de verdad.

Me llama la atención que de manera constante se está detectando que muchos de los delincuentes que atrapan en esta región del estado, lo mismo asaltando que robando en casas, comercios, en transporte o asaltando a cuentahabientes; declaran ser oriundos del valle de México, lo cual no es indicativo que de este lado todos sean blancas palomas y allá villanos, sino que existe aún menos malicia, más candidez de la gente para ser vulnerada o más posibilidades de salir impunes después de varias fechorías, o se les hace cómodo delinquir donde nadie los conoce y regresar a su lugar de origen para seguir tranquilamente con su vida sin sospechas sobre su cabeza.

Así, las previsiones no están alcanzando, el mito del mando único todavía no cobra fuerza ni sentido, las policías municipales navegan en varios casos en la mediocridad y el adorno; las capacidades de los ediles dan con triste frecuencia para debates estériles y cruce de acusaciones, que luego de unos días se enfrían para revivir cuando surja un nuevo evento trágico o desafortunado.

Ya ni hablemos del menosprecio o la subestimación que del problema parecen hacer algunos funcionarios estatales que deberían estar fundamentalmente preocupados y ocupados por el fenómeno.

Ofrezco disculpas anticipadas si suena a “ave de mal agüero” pero la maravilla que puede resultar para la movilidad de los hombres de bien y de trabajo el Tren Interurbano México-Toluca, así como el para muchos ansiado estilo de vida y comodidades de una urbe, potenciara también la movilidad de muchos individuos de malísimas intensiones y la verdad no se ve que nadie se esté preparando para hacerle frente. Si lo que ahora vemos nos estremece y nos evidencia indefensos, ¿qué podríamos hacer cuando el tránsito y la migración de personas se multiplique?
Lo que hasta ahora hemos visto no ayuda a imaginar nada bueno.

Espero sinceramente equivocarme.

Recibo sus comentarios en oglenn@gmail.com y @oscarglenn. Seguimos comentando todos los días a las 6 am y 7 pm en el noticiero Ultranoticias, por Ultra101.3 fm y www.ultranoticias.com.mx, los invito a que me acompañen.
¡Les deseo un exitoso martes!

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