- Hipocresía mundialista por parte de la FIFA en Qatar 2022
- Organizadores mundialistas dan revés a la campaña ONE LOVE
- México no cesa gritos homofóbicos en partidos de la selección
Sin duda este mundial Qatar 2022 quedara en la historia del futbol como uno de los más polémicos y no para bien, y déjense del resultado histórico de Arabia Saudita contra Argentina, pues previo y durante su desarrollo la organización de la máxima justa deportiva ha dado mucho de qué hablar, iniciando como el más caro de todos, que eso en si no es un problema, pero lo que causó revuelo e indignación fue la cantidad de trabajadores muertos durante la construcción de infraestructuras para recibir a los miles de hinchas, pasando por sus restricciones a los y las aficionadas y los rumores de querer comprar a jugadores ecuatorianos para que perdieran en el partido inaugural.
Pero lo que más sorprende es la postura de la FIFA que por un lado alienta a todas las selecciones y naciones a la no discriminación sea el motivo que sea, y por otro lado entrega las sedes a países con claras pruebas de violaciones a los derechos humanos de grupos en situación de vulnerabilidad en el caso específico de Qatar, mujeres, migrantes, diversidad sexual y minorías religiosas, y es que pareciera que para la FIFA es más importante un acuerdo económico que enarbolar lo que su discurso progresista dice y reza.
Y para muestra un botón, recién en el encuentro de Estados Unidos contra Gales los periodistas ingleses Claudia Neumann y Grant Wahl vistieron ambos una playera con el arcoíris en apoyo a la población diversa esto dentro del mundial que se lleva a cabo en Qatar, Claudia aunque lo hizo desde la transmisión de la cadena DW sports con autorización no estuvo exenta de ataques en las redes sociales, mientras que Grant no le permitieron la entrada al estadio por portar la playera con los colores de la bandera del orgullo, pese a que la FIFA autorizo el uso de ello.
Esto en apoyo a la recién cancelada campaña de ONE LOVE, que consistían en que los capitanes de seis naciones europeas usaran un brazalete con la bandera del orgullo en apoyo a las restricciones contra la población diversa en el país árabe, pero la FIFA amago con sanciones económicas a quien usara dicho apoyo en los uniformes de las selecciones.
Pese a ello ayer la FIFA anuncio castigar nuevamente a la Federación Mexicana de Futbol porque la afición de nueva cuenta utilizo dentro de sus porras el grito homofóbico, además de otros insultos a la selección polaca, y aunque estamos de acuerdo en el respeto dentro y fuera de la cancha, resulta contradictorio e hipócrita que para algunas cosas el órgano máximo del futbol sea complaciente y en otras sea estricto, por el momento se deben también aplaudir las cosas buenas, y nos da mucho gusto ver a las tres arbitro principales Stephanie Frappart, de Francia, Salima Mukansanga, de Ruanda y Yoshimi Yamashita, de Japón. Además, contarán con asistentes mujeres del continente americano: Neuza Back, de Brasil, Karen Díaz Medina, de México y Kathryn Nesbitt, de EE.UU que aunque no ha tenido mucha difusión es importante señalarlo.
Como fuese este momento es una buena oportunidad para reflexionar sobre los grandes problemas que se viven en el futbol y de las áreas de oportunidad a trabajar para que en los próximos mundiales vuelva a brillar y protagonizar la habilidad con el balompié y no la falta de empatía humana.