- A través de conferencias de concientización en Ecatepec.
Ecatepec, Méx.- Debido a que actualmente los menores están más cercanos a la tecnología y con ello a las redes sociales, el gobierno local, a través del Instituto de la Juventud (Injuve), ha impartido conferencias a más de tres mil niños, niñas y jóvenes de entre 10 y 17 años sobre las principales medidas para evitar el delito del «grooming», que consiste en el acoso de un adulto a un menor de edad con una identidad falsa, a través del espacio cibernético, para conseguir encuentros de cualquier tipo, por lo que las autoridades municipales concientizan a la población escolar y padres de familia sobre esta modalidad.
Indalecio Ríos Velázquez, presidente municipal, informó que en la localidad más de 50 por ciento de los niños y jóvenes entre seis y 17 años, es decir 178 mil 354 publica datos personales en sus redes sociales, por ello esta campaña está enfocada a explicar detalladamente cómo los ciberacosadores realizan el acercamiento, cómo identificarlo, cómo se puede denunciar y principalmente prevenir que se concrete este delito e invitar a los padres a estar atentos de lo que buscan sus hijos en internet.
«Esta actividad aún es desconocido para muchos usuarios de las redes y padres de familia, por ello invitamos a los adultos a que estén pendientes de lo que hacen sus hijos en internet, a platicar con ellos sobre los peligros a los que están expuestos, pero principalmente brindarles la confianza suficiente para que, en caso de presentarse alguna situación de acoso, el pequeño recurra a ellos», dijo el edil.
Dio a conocer que estos talleres son realizados por personal capacitado del Injuve en jornadas de Ecatepec es Nuestra Casa, conciertos, instalaciones de Palacio Municipal, pero principalmente en escuelas, donde a través de en una sesión breve de preguntas y respuestas los alumnos descubren lo fácil y peligroso que es el acercamiento con desconocidos.
El «grooming» es un proceso que puede durar semanas o incluso meses, varía el tiempo según la víctima. Durante el proceso, el adulto procede a elaborar lazos emocionales (de amistad) con el menor, obtiene datos personales y de contacto con tácticas como la seducción, la provocación o el envío de imágenes, y consiguen que el menor se desnude o realice actos de naturaleza sexual, inicia el acoso al extorsionar a las víctimas con la amenaza de exhibir las imágenes previas en los espacios cibernéticos que consultan con frecuencia familiares o amigos.