Eduardo H. LIMÓN CERVANTES
* ¡Nos invaden los ninis!
La entrega pasada me lamentaba -y me sigo lamentando- por la reacción de encapuchados en las instalaciones de Ciudad Universitaria de la UNAM, quienes se manifestaban por la captura de un malandrín, y tanto este tipo como los disque estudiantes no son otra cosa que ninis que dañan a nuestro gran país.
Es triste reconocer que uno de cada cinco jóvenes de Latinoamérica ni estudia ni trabaja, un grupo de más de 20 millones de personas que aumentó en los últimos años pese a la expansión económica y la menor pobreza, y que amenaza con avivar las diferencias en la región más desigual del mundo, según dice el Banco Mundial.
Los llamados «ninis», jóvenes de 15 a 24 años que provienen en su mayoría de familias pobres, son parte de un círculo vicioso de hogares desestructurados, fracaso escolar y falta de acceso al mercado laboral que puede empujar a la delincuencia.
El estudio del Banco Mundial asegura que en las próximas dos décadas, América Latina alcanzará su proporción máxima de población en edad de trabajar, por eso se proponen políticas para la primera infancia e intervenciones socioemocionales para promover valores y el apego a la escuela, y así frenar el aumento de ninis.
Sinceramente, si sacamos a los ninis de la UNAM, cuantos espacios serían bien aprovechados por estudiantes que si quieren luchar por su futuro. Debe quedar algo claro. Porque me preguntará amable lector: ¿pero si están matriculados en la UNAM no pueden ser ninis? A lo que respondo, una cosa es contar con matrícula y pasearse por los pasillos y jardines de CU y otra cosa es aprovechar al máximo lo que nos ofrece la Máxima Casa de Estudios, porque si damos a nuestros jóvenes las herramientas necesarias para ser productivos y oportunidades laborales, entonces la región va a estar maximizando el potencial de esa ventana de oportunidad.
Aquellos países que ofrezcan una educación de alta calidad a una población joven en expansión y que, además, cuenten con mercados laborales dinámicos y de buen funcionamiento podrán crecer y reducir la pobreza de manera más rápida, esto se traduce a que el gobierno federal esta enfocándose a implementar totalmente la Reforma Educativa, todo esto a favor de los jóvenes para que no anden de ninis buenos para nada.
Y como decía mi compadre Chón: «Recuerde compadre que al burrito que es flojo, aunque le hagan pelos…»
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