domingo, septiembre 29, 2024
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A mi manerA

Por Julio A. AGUIRRE

*Pura lengua.

*Palos de ciego.

*Pactos «macabros»

Las promesas son olvidadas por los príncipes, nunca por el pueblo. Giuseppe Mazzini.

        Cada día falta menos para que Eruviel Ávila Villegas deje el cargo de gobernador del Estado de México y dar inicio al peregrinar de los interesados en la silla principal de la entidad.

    Resignada la sociedad en escuchar, de parte de todos los interesados, las mismas promesas de siempre. Se acercan tiempos de mesías que brotan, que caminan, que saludan al pueblo y se ensucian las manos y los zapatos (algunos).

    Que vean, que constaten que ellos sí se acuerdan del jodido. Que se vayan olvidando -siempre y cuando voten por él o por ella- de la pesadilla que ha vivido por décadas porque ya llegó el hombre o la mujer que todo, lo puede y todo lo sabe.

    Más de lo mismo. Lo de siempre. Como siempre.

    Infaltables promesas: «escuchar al pueblo», «gobernaré de la mano de la sociedad y toda esa sarta de embustes y falsedades; pero bueno, sabemos que mientras otros viven de sus manos y piernas, ellos viven -¡y muy bien!- de su lengua.

    Hacemos énfasis en lo de «escuchar al pueblo» cosa que una vez en el poder es lo primero que incumplen. Los servidores públicos son la viva imagen de esos simpáticos changuitos donde uno se tapa los oídos, otro los ojos y el tercero la boca.

    Hoy día  estamos frente a otro programa que resultó un fracaso total -la idea era buena pero mal planeada- llamado Huizi, implementado en el municipio de Toluca. Qué decir de esa cosa llamada «Límite Seguro», que desde su implementación ha causado asombro e indignación de los conductores, blanco de sanciones injustificadas.

    Ejemplos como los expresados hay cientos.

LUCIMIENTO

    Es más importante saber cómo fracasar que saber cómo tener éxito. Stephen Crane.

    Nuestra crítica se enfoca en el servidor público, sea alcalde, gobernador o presidente de la República, que dejaron en el olvido una de sus promesas. ¡Escuchar al pueblo!

    Por qué «cabrones», (me costó detener los dedos y no utilizar una palabra altisonante) el presidente municipal, ejecutivo estatal, y el poder federal no realizan encuestas en qué el público se exprese, pregunto.

    Estamos igual o peor que ayer; volvemos a los tiempos en que ciertos funcionarios prometían un puente para cruzar el río, y cuando le hicieron ver que ahí no había corriente se comprometió a fabricarlo.

    Parecería chiste. No lo es.

    El burócrata, en cambio, gastan costales de dinero para contratar a empresas encuestadoras sobre la preferencia ciudadana en torno a los candidatos a ganar cierto cargo de elección popular; coincidentemente el que puntea las encuestas es el que la solicitó.

    Estamos en tiempos de crisis, de recomendaciones de «apretarnos el cinturón» y de «hacer más con menos».
    ¿Por qué no piensan mejor las cosas antes de aventarse cómo el «borras»? ¿Cómo recuperar el dinero perdido en proyectos mal planeados?

    En el Estado de México no estamos jodidos por el pretexto del petróleo y/o del dólar.

    En el Edomex, y el país, padecemos porque la mayoría de las autoridades simple y sencillamente no saben lo que hacen. Aquel que no cumple con lo que promete es colocado en la lista de los charlatanes,  listado que crece, crece y crece.                        

                                                     
COMO VA…

    ¿Pacto con el diablo?… la gente no ha olvidado a los Mario Marín (ex gobernador de Puebla), a los Andrés Granier (ex gobernador de Tabasco), los Fidel Herrera (ex gobernador de Veracruz), los Rubén Moreira (ex gobernador de Coahuila), y actualmente lo que viene sucediendo en el estado del puerto de Veracruz bajo el mandato de Javier Duarte.

    La palabra desastroso sobre lo que hicieron y están haciendo se queda corto.

    Pese a dichas rayas al tigre el Partido Revolucionario Institucional (PRI) sigue gobernando la mayoría del país. Tema para analizarse a fondo, sin duda.

    Ciertamente existe infinidad de recursos -legales e ilegales- para que el partido tricolor mantenga su hegemonía e increíblemente arrebate otras a la oposición. ¿Son los votos de «partidos «vampiros» afiliados al PRI motivo de este fenómeno gracias a las alianzas electorales?

    No lo creemos. Lo que hace al PRI seguir siendo el mandón en el país es algún Pacto con el Demonio. Ese satanás que se enfunda en el color -y monto- del dinero. Dinero que, en muchos casos, convence y vence a los dirigentes de los partidos, políticos opositores meses antes de la elección.

    Bien dicen que el dinero es cabrón y mueve montañas. Un servidor agregaría: el dinero compara votos, compra voluntades y compra los más importantes cargos políticos. Digo.

    Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también ame, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.

Correo electrónico:
aguirre@8columnas.com.mx

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