Por Julio A. AGUIRRE
*Recordar es sonreír.
*Nepotismo en Edoméx.
*Políticos impopulares y desacreditados.
Quien nos hace reír es un cómico. Quien nos hace pensar y luego reír es un humorista. George P. Burns.
En tiempos tremendamente complicados donde el nepotismo, la corrupción e impunidad se erigen como los enemigos principales del país, vale la pena recordar la confesión de Hilario Ramírez Villanueva -«Layín»- para los cuates- «Me han criticado que a mí me gusta mucho el dinero ¿A quién no le gusta»?, ¿Qué le robé a la presidencia? Sí le robé poquito nomás, una rasuradita porque está bien pobre, pero lo que esta mano le robé, con esta se lo daba a los pobres».
Cuando supimos lo que este personaje confesó, a un servidor le faltaron palabras de indignación para expresar nuestro estado de ánimo. ¡Cuánto cinismo de este tipejo!, lo más livianito que pensamos.
La indignación causada en el pasado hoy mueve a risa. Ciertamente no podemos y deseamos fomentar las malas prácticas reconociendo que todo ladrón que confiesa su fechoría, puede ser visto y como un «ladrón-honrado».
No existe en nuestra memoria un caso igual; y menos que una vez confesado su delito la sociedad del municipio de San Blas, en el Estado de Nayarit, lo hiciera alcalde.
¿Qué pudo haber llevado al pueblo a votar por «Layín»? Tratando de adentrarnos un poco al sentimiento llegamos a la conclusión, A mi manerA, que prefieren a un ratero que no sólo no lo niega sino que lo grita, a un político que roba un «muchote» y lo niega.
Hilario Ramírez Villanueva no debería ser apodado «Layín», seguramente le gustaría ser conocido como «El moderno Robin Hood»
Esta historia de la vida real viene a mente después de leer lo que Victorino Barrios Dávalos, Contralor del Poder Legislativo en el Estado de México anunció a los medios que a la vez los hagamos llegar al pueblo.
Son siete casos de nepotismo los que tienen contabilizados en las nuevas administraciones, y este tipo de irregularidades se detectaron durante sus primeros 100 días al frente de los ayuntamientos, dijo.
Aun cuando la cifra es baja, los alcaldes no dejan de realizar esta práctica con el argumento que sólo en sus parientes pueden confiar y por eso los contratan, señalaron.
Esos siete casos detectados donde algunos ediles meten en nómina a familiares, compadres, amigos, al perro, al perico, y al gato hoy, hoy, hoy resulta un cinismo total y un pretexto tan débil como infantil. Esa aberración el día de mañana nos puede causar ataques de risa.
Algo similar al ilustre «Layin», la diferencia es que Hilario Ramírez Villanueva robaba poquito y lo hacía para dárselo a los «jodidos»; en el caso de los presidentes municipales en el Estado de México, hay ediles que roban para sus familiares los que, estamos seguros, de jodidos no tienen nada.
¿Qué dicen a esto los diputados locales y federales? Quien ¿Qué opinión les merece a gobernadores y a la misma presidencia de la República? Nada, no dicen nada. No hacen nada.
COMO VA…
De acuerdo… interesante conferencia de prensa dictó el investigador Alejandro Natal Martínez en el Instituto Electoral del Estado de México titulada Evolución de la Sociedad Civil Mexiquense.
La esfera política mexicana continuará siendo impopular y desacreditada por parte de la sociedad nacional.
Lo que hoy necesitamos es un Sistema Nacional Anticorrupción que realmente funcione, que ayude a recuperar la confianza ciudadana y con 3 de 3 sería un pequeño escalón, lo mínimo a contemplar para lo que se pretende, de otra manera sólo será otro sistema de ornato como ya tenemos muchos, expuso Natal Martínez.
Sin desperdicio cada palabra, recalcando que la impopularidad de algunos gobernantes no es gratuita, sobre todo sí sale a la luz que se compran departamentos de 80 millones de dólares en Nueva York, cuando un 70 por ciento de la población vive al día, apenas con lo justo, expuso.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también amé, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
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