* Asumir el costo electoral
Eduardo H. Limón Cervantes
De visita por Toluca, el líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, señaló que asumirá el costo electoral y político que represente el mantener su apoyo al movimiento de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y acusó que la detención de los líderes de la CNTE es un asunto político y no jurídico, que busca desacreditar al movimiento magisterial a partir de fabricar delitos, por luchar por sus ideales y derechos laborales.
Esa misma mañana dominical López Obrador se aventó la puntada de emplazar al Ejecutivo federal para emitir un escrito de amnistía para la pronta liberación de los líderes de la sección 22 de Oaxaca, acusados de lavado de dinero hace un mes. Y los defendió a capa y espada pero lo único que demuestra es que miente -otra vez de manera cínica- al argumentar que la reforma educativa tiene como objetivo final la privatización de la educación en el país.
Yo parado entre las huestes de Morena, pude observar como sus argumentos son mentiras. La reforma educativa no privatiza la educación pública del país, sino que fortalece su sentido público; los libros de texto seguirán siendo gratuitos; no va a haber cuotas obligatorias a los padres de familia, todo está claro como el agua. Pero lamenté como la bola de seguidores -la mayoría acarreados traídos en camiones, yo lo vi, nadie me lo contó- le creen todas y cada una de sus barbaridades.
Lo único que demuestra López Obrador es que a los líderes de la Coordinadora, igual que a él, lo último que les importa es la educación de los niños y de los jóvenes, ya se verá cuando asuma el costo electoral de su demagogia barata.
Y hablando de asumir consecuencias la Comisión Nacional de Procesos Internos del PRI declaró a Enrique Ochoa Reza, presidente electo sustituto del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) para concluir el periodo 2015-2019, al considerar que fue el único aspirante que logró su registro. Y el nuevo líder nacional del PRI llamo a la militancia a ser parte de un partido que señale la corrupción de los gobiernos emanados de sus filas, que exija su fiscalización e incluso su destitución.
Indicó que con firmeza van a limpiar la casa y contribuirán a crear un nuevo sistema nacional anticorrupción en el país, además de promover el castigo de los actos de corrupción de los otros partidos políticos. Realmente no se qué sucederá con el PRI, ¿fue buena idea colocar al jovenzuelo al frente? ¿Al ser ex director del a Comisión Federal de Electricidad será del gusto de militantes, simpatizantes y ciudadanía? ¿Porqué no dar las riendas a un viejo dinosaurio que logrará la unidad rumbo al 2018? No quiero pensar lo peor para el PRI, no quiero imaginarme el principio del fin, pero habrá que asumir el costo electoral y el tiempo a lo mejor me calla la boca.
Y como decía mi compadre Chón: «Recuerde compadre que en la vida no hay premios ni castigos, sino consecuencias».
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