Por Julio A. AGUIRRE
* La pesadilla americana.
* «In The Mother».
* Peña, visionario: Fox.
El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos: William Shakespeare.
Algunos lo esperaban pero éramos muchos más los que no lo deseábamos. Finalmente pasó y ya ni llorar es bueno. Donald Trump es el nuevo presidente electo de los Estados Unidos.
En nuestro México lindo y querido, y el mismo territorio gringo, millones de mexicanos estamos con las manos cruzadas pegadas al pecho pensando «ya nos cargó el payaso», si este locuaz personaje cumple lo que prometió durante su destructiva (que finalmente resultó constructiva) campaña.
El sueño americano para los connacionales que están allá, y cientos de miles que quieren salir huyendo de México, se convierte, desde ya, en pesadilla. Al ganar Trump no pocos ciudadanos mexicanos gritamos «In the Mother», dicho allá del otro lado del charco. ¡En la madre!, dicho desde nuestro querido país.
Sólo los más cercanos a Donald Trump saben a ciencia cierta si este hombre es de los que cumplen con su palabra; sin embargo prendemos veladoras para que sea un bocón -como la gran mayoría de los políticos mexicanos que aseguran meter a la cárcel a gobernadores salientes -o con licencia-, y una vez en el poder se les arruga el cuero.
Hay otros que piden calma y lanzan el llamado a que no cunda el pánico -nada que ver con el famoso personaje interpretado por Roberto Gómez Bolaños-. Existen pesimistas y optimistas, y no pocos quienes ahora que Trump ganó la silla del país más poderoso del mundo están con él.
Lo cierto, duela o no, quiérase o no, en Estados Unidos ganó la democracia. Ganó el «loco» de Donald pero fue Hillary Clinton quién dio cátedra política -me estás leyendo López Obrador- de lo que significa ganar y perder; por uno o 50 mil votos.
Recuerdo la frase «cuando Estados Unidos estornuda, a México le da catarro»; si eso era antes cuando las relaciones de ambos gobiernos eran de lo mejor, no queremos imaginar, insistimos, si Donald Trump cumple con una mínima parte de lo que vociferó.
Es por ello que volvemos a expresar: «In The Mother!
COMO VA…
Ahora resulta… El ex presidente de México, Vicente Fox Quesada, fue de los ciudadanos que más duro se lanzó en contra de Donald Trump. Chente es muy dado a soltar la lengua y busca el momento propicio para quedar bien con alguien. El de Guanajuato expresó que Enrique Peña Nieto fue visionario por haber traído a Trump a México.
Quien fuera panista por muchos años, convertido en priista hace tiempo -Vicente- no da paso sin guarache (perdón, bota) y da el espaldarazo al mexiquense Peña cuando éste se vio en la necesidad de quitar de Hacienda a su más fiel amigo: Luis Videgaray por el malestar que causó en todos los mexicanos, dicho arribo a consejo del experto en finanzas. Esto es así por ello lo que suceda en la política mexicana no hay nada que nos pueda sorprender.
¡Aquí sí!… indignación de los mexiquenses al darse a conocer la noticia del secuestro de un niño de dos años de edad -Emilio Salinas Andón-, aunque seguramente no era el objetivo de dos delincuentes, que amagaron al padre y lo bajaron junto con su hija, para llevarse el auto con dirección al municipio de Acambay, ¡con el niño a bordo!.
Aquí es cuándo las autoridades mexiquenses tienen que actuar de manera inmediata y emplear cuánto recurso y tiempo sea necesario; que se olviden, aunque sea mientras resuelven este caso y recuperan al niño sano, de la cacería que han emprendido en contra del «Justiciero de la Marquesa», digo.
Otra clase… mientras los empleados del gobierno del Estado están por recibir su aguinaldo para que aprovechen el llamado Buen Fin, conocemos a muchos que se truenan los dedos porque deben tres meses de renta. Los eternos contrastes entre los burócratas que tienen mucho y el pueblo que no tiene nada, o casi nada. Feliz Navidad, pues.
Mariachis y tequila… se dice que Enrique Peña Nieto y Donald Trump han pactado nueva reunión. Se ignora lugar y fecha pero ¡ahora sí! que lo traigan, le pongan alfombra roja del aeropuerto a Los Pinos, lo reciban con mariachis y le inviten tequila, tanta bebida a grado que el presidente electo de los Estados Unidos se regrese «hasta atrás» y sufra las consecuencias de una buena guarapeta.
Por cierto que alguien le enseñe la frase mexicana que dice: «Hay Dios (México lindo y querido) si en la borrachera te ofendí, en la cruda me sales debiendo».
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también ame, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
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