*Tacos al Pastor
*No tiene la culpa el indio…
*El chou tiene que continuar.
Por Julio A. AGUIRRE
No peor que puede hacerse es cruzar un precipicio en dos saltos. Anónimo.
Hay maderas que no agarran el barniz…. árbol que nace torcido…lo que mal empieza…
Cualquier frase que se elija describe, desde nuestra opinión, lo que viene sucediendo en torno a un personaje, polémico por naturaleza, en el Estado de México. Se apellida Pastor y se llama Isidro.
Se auto-nombra «El Comandante», algunos le conocen como el «locuaz» Isidro; siempre ha sido priista aunque nos quieran vender lo contrario. Fue una piedra en el zapato del partido tricolor cuando se desarrolló el proceso para ocupar la silla que entonces dejaría Arturo Montiel Rojas.
Isidro pretendió y se sintió superior a Enrique Peña Nieto, entonces aspirante y a la postre vencedor, y hoy, como se sabe, Presidente de México. Chilo hizo su berrinche y cayó en gracia de la plana mayor en la entidad con base -o cuna- en Atlacomulco.
Enrique Peña es de los que -no lo sabemos a ciencia cierta- pueden perdonar pero no olvidar. De ser dirigente del Partido Revolucionario Institucional, el llamado «Comandante» fue bajado a simple soldado; desapareció del mapa político hasta que su «angelito de la guarda» lo llamó a su gabinete colocándolo al frente de la secretaría de Comunicación y Transporte (hoy llamada secretaria de Movilidad) con un resultado adverso que dejaba mal parado al mismo Isidro y a quién creyó en él.
¿A qué político le dan pan que llore?. En su momento Pastor Medrano aventó el cargo para lanzarse como candidato independiente a gobernar el Estado de México; más fuerte y renovado, aunque no tenía partido que lo apoyara.
Está claro que el PRI no lo quiso antes, menos lo apoyaría en esta ocasión; aunque los que saben de política aseguran que la candidatura independiente era un simple disfraz; que Chilo nunca ganaría el proceso electoral del 4 de junio de 2017, y fue aventado para dividir el voto, y que a la hora de la verdad, Pastor declinara a favor del candidato tricolor, en este caso Alfredo del Mazo.
Los dimes y diretes dentro de la política ahí están, nunca terminarán aunque en muchos casos tampoco se aclararan. Hoy Isidro Pastor vuele a ser nota de «Ocho Columnas» al darse a conocer que el Instituto Electoral del Estado de México no hizo válidas las firmas presentadas y requeridas para ser designado candidato oficial independiente.
«Chiras pelas, Chilo». Lo bajaron de la contienda, lo botaron del IEEM, le negaron cualquier acto de campaña. Está frito. Fue ponchado. Fue bajado y/o expulsado de la contienda.
De los siete que tenía ya nomás nos quedan seis, seis, seis.
A LO SUYO…
Quien se enfada por las críticas, reconoce que las tenía merecidas. Publio Cornelio Tácito.
Polémico, «locochón», soñador y lo que quiera, Isidro Pastor Medrano no es culpable de nada; es un engrane más de la maquinaria política que mueve montañas, cambia personajes e impone en cerebros ajenos, ideas.
No tiene la culpa el indio, sino quien lo hace compadre, decían mis viejos.
Nunca hemos sido partidarios de lo que dice y hace Pastor Medrano; lo hemos manifestado en este espacio durante muchos años y sin embargo se le respeta su forma de ser.
Simpático para algunos; conocedor para otros. Hay quien lo tacha de inteligente, otros como «vivo» y otro tanto de oportunista. Así es Isidro Pastor Medrano y así seguirá siendo. Genio y figura…
Tan pronto supo Pastor Medrano que para él la contienda había terminado, volvió a lo suyo: llamar la atención declarándose, en las afueras del Instituto Electoral del Estado de México, en huelga de hambre.
¿»Chilo», «enchilado»?. ¡Qué va!, en las fotos -en su «casa de «campaña»- aparece con una sonrisa de oreja a oreja dandode su mejor perfil a los colegas de la lente.
El espectáculo tiene que continuar.
Por «coincidencia» ayer un hijo de Pastor Medrano se vio involucrado en un acto bochornoso al encarar, en las inmediaciones de la Universidad Autónoma del Estado de México, al candidato del Partido Revolucionario Institucional, Alfredo del Mazo Maza.
Hijo de tigre, pintito.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también amé, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
Correo electrónico: aguirre@8columnas.com.mx
