* De que el presidente brasileño habría recibido dinero
ilícito de una empresa a cambio de favores políticos.
Río de Janeiro.- La policía brasileña aseguró en un informe enviado al Supremo Tribunal Federal (STF) que existen pruebas sólidas de que el presidente Michel Temer habría cometido un delito de corrupción al recibir dinero ilícito de una empresa a cambio de favores políticos.
«Resultan incólumes las evidencias que surgen del conjunto informativo formado en estos autos, que indican, con vigor, la práctica de corrupción», se lee en un informe de la policía federal brasileña enviado al máximo órgano judicial del país.
En el documento, de 75 páginas y consultado por Notimex, la policía pide a la corte más tiempo para investigar a Temer -indagado por corrupción, obstrucción a la justicia y asociación ilícita-, pero cita que existen pruebas de que el presidente habría «aceptado la promesa de beneficios indebidos, en razón del cargo».
La policía cree que un exasesor de Temer, el diputado Rodrigo Rocha Loures, fue usado por el presidente como intermediario para recibir coimas de la empresa brasileña JBS, una de las mayores procesadoras de carne bovina del planeta.
De hecho, fue la colaboración del dueño de JBS, el empresario Joesley Batista, que permitió a la policía captar este año al propio Rocha Loures recibiendo medio millón de reales (156 mil dólares) en efectivo como soborno, al parecer, para el mandatario.
Temer, que se encuentra de viaje oficial a Rusia y Noruega, dijo este martes en Moscú que «va a esperar», pues se trata de un «juicio jurídico», y su abogado señaló que se trata apenas de un informe parcial investigativo no conclusivo.
El presidente está en la cuerda floja desde que Batista decidiera colaborar con la fiscalía en marzo pasado y revelara el pago de millonarios sobornos a decenas de políticos, senadores, diputados y ministros de todo Brasil, con el objetivo de conseguir beneficios -como exenciones fiscales o aprobación de leyes- para sus empresas.
El empresario calificó al presidente como el «jefe de la organización criminal más peligrosa de Brasil» en una explosiva entrevista publicada este fin de semana por la prensa brasileña.
Se especula en Brasil de que la fiscalía general del país denuncie a Temer la próxima semana y, en caso de que el Supremo acepte la denuncia, sería el Parlamento brasileño que decidiría si acepta la imputación del mandatario.
Si dos tercios del Congreso brasileño votan a favor de su imputación, Temer sería apartado del poder por 180 días, aunque el gobierno brasileño confía en tener los apoyos necesarios en el Parlamento para «frenar» la denuncia en el ámbito político.