POR Juan Gabriel González Cruz
¿Qué hizo o dejó de hacer Ricardo Aguilar?
Muy, pero muy desencajado se le vio ayer al Subsecretario de SAGARPA y político mexiquense, Ricardo Aguilar Castillo, de mueca y sonrisa forzada.
De haber estado hace seis años en la cúspide y cerca de la candidatura del PRI a la gubernatura, hoy sólo aspira a ser nuevamente secretario de estado en la futura administración de Alfredo del Mazo.
Este jueves Ricardo fue relegado a una posición sin el protagonismo que le gusta. Aguilar Castillo fue colocado en la segunda fila de importancia en la Mesa Temática para la elaboración del “Programa de Acción” del PRI, celebrado en el Hotel Radisson de Toluca.
Literalmente Alejandra del Moral, actual presidenta del partido en la entidad y el titular de SAGARPA, José Calzada, le daban la espalda. Bueno hasta en el templete fue más sonada la participación de Ezequiel Contreras, actual líder de la CNC en el estado, quien -se dice- le podría competir la Secretaría de Desarrollo Agropecuario a Aguilar Castillo y a Darío Zacarías en el próximo gabinete estatal.
Ya ni se diga cuando aparecieron el presidente nacional del partido, Enrique Ochoa y el gobernador, Eruviel Ávila… Ricardo pasó a ser un espectador más.
Atrás quedó ese influyente ex diputado local, ex secretario del Trabajo y ex presidente estatal del PRI que tenía derecho de picaporte con el entonces gobernador y hoy presidente de la República. Así es la rueda de la fortuna.
CANCIÓN, DICHO O REFRAN
No patear el pesebre…
Ya son varios los que piden que esta frase se coloque en letras de molde en la oficina del presidente del Colegio de Notarios del Estado de México, Jorge Ramos Campirán, quien de pronto volteó bandera y ha comenzado a apedrear el rancho.
Propios del gremio han exhibido que Ramos Campirán está despotricando contra el gobierno saliente y algunos de sus operadores. Ahora sí que está aplicando esa de “Muera el rey, viva el rey”
¿Qué de veras le dolió mucho la reciente entrega de 12 notarías o ya siente pasos en la azotea? Se le olvida a Jorge Ramos que él fue producto del mismo dolor, pues pasó de la Secretaría Particular de gubernatura a la notaría. Eso amerita un jalón de orejas del diputado federal, dicen.
