POR Gerardo GARCÍA HERNÁNDEZ
En una sesión que se tornó tensa con reclamos de partidos, de asignaturas pendientes y de la denuncia de una consejera de recibir malos tratos, la Junta Local del Instituto Nacional Electoral (INE) en el Estado de México, dio por concluido el proceso electoral del 1 de julio y anunció que retomará sus actividades ordinarias de credencialización.
Ayer, los consejeros electorales federales y las fuerzas políticas cumplieron con dicha etapa en la que agradecieron a los más de 114 mil funcionarios de casilla y los más de 5 mil observadores electorales que permitieron la operación óptima de las 19 mil 298 mesas directivas de casilla que se instalaron en el estado.
En su mensaje, el Vocal Ejecutivo del INE, Martín Martínez Cortázar afirmó que se respetó el voto, donde la participación ciudadana fue de más del 67 por ciento; agradeció a los partidos y a los funcionarios electorales por las labores que desempeñaron en este año electoral.
Reportó que en total los cómputos finales y la validez de las contienda de diputados federales y senadores, recibieron en total 169 juicios de inconformidad, aunque los resultados se mantuvieron firmes al invalidarse únicamente 30 casillas.
Resaltó el trabajo coordinado entre la Junta Local del INE y el IEEM que -consideró- dio resultados a la ciudadanía.
Durante la sesión de clausura del proceso electoral federal en el estado, de manera sorpresiva la consejera electoral, María Eugenia Alanís acusó al otrora Vocal Ejecutivo, Joaquín Rubio Sánchez de ejercer presión en su contra, además de ser víctima de amenazas y de calumnias.
Justificó que apenas reveló la situación para no contaminar el proceso electoral y guardó silencio que no tuvieran un líder, en referencia a Rubio Sánchez.
En respuesta, los representantes de MC y PT cuestionaron la denuncia de Alanís y la hicieron responsable de la situación, además que el primero consideró grotesco su actuar.