REDACCIÓN
Rusia tildó hoy de “bulo” la información de que haya proporcionado seguridad al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, asimismo negó que Caracas haya solicitado ayuda militar y financiera a Moscú para superar la crisis en que la se encuentra el país sudamericano.
Al ser preguntado por la prensa sobre la supuesta presencia de “400 agentes que protegen a Maduro en Venezuela”, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov respondió “por supuesto que no”.
“Esas informaciones pertenecen totalmente al campo de la conspiración. Allí en Venezuela está a la vista en todas partes quien escolta a Maduro, solo piense lógicamente. No hay que reaccionar a los bulos (rumores)”, dijo Peskov.
Reiteró que el pueblo venezolano debe resolver la situación en su propio país “en el marco constitucional”, tras agregar que la injerencia externa solo agrava la situación, por ello Rusia no la hace como otras naciones, en alusión a Estados Unidos.
Según la prensa internacional, unos 400 mercenarios rusos, contratados por compañías militares como Wagner, habrían llegado a Venezuela para garantizar la seguridad de Maduro e impedir la detección del mandatario por sus propios guardias, entre los cuales se encuentran partidarios de la oposición.
Sobre si Venezuela ha solicitado últimamente ayuda militar y financiera a Rusia, Peskov contestó “no, nada ha cambiado, según la agencia de noticias Sputnik.
“Lo único en que podemos ayudar es en no entrometernos, a diferencia de lo que hacen abiertamente algunos países”, indicó el vocero del Kremlin, quien para él lo esencial ahora es que los venezolanos diriman por la vía constitucional todas las discrepancias que puedan tener.
Respecto a los informes de que un avión del escuadrón de aviación especial “Rossiya ha volado supuestamente a América del Sur en los últimos días, Peskov afirmó que el Kremlin no dispone de ese tipo de información, ya que no realiza funciones de control de la aviación.
El pasado 23 de enero, el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se proclamó “presidente encargado de Venezuela” ante miles de simpatizantes demandando la salida de Maduro del poder, y de inmediato fue reconocido por Estados Unidos, seguido de Canadá y varios gobiernos latinoamericanos.
Maduro, quien apenas había asumido un segundo mandato presidencial el 10 de enero, calificó la declaración de Guaidó de un intento de golpe de Estado, además anunció la ruptura de relaciones diplomáticas y políticas con Estados Unidos.