- René Bejarano arrancará proyecto en Edomex la próxima semana.
- Si tiene operación efectiva, el MNE sería nuevo interlocutor político.
- Primer paso de Bejarano es “chocar de frente” con el GAP de Morena.
- Fernando Baz, titular del OSFEM, desesperado trata de salvar el pellejo.
En los siguientes días habrá que sumarle un nuevo interlocutor político al Estado de México. La visita de René Bejarano a territorio mexiquense –programada para el 11 de marzo- indiscutiblemente moverá el tablero de actores y detractores en este llamado laboratorio nacional.
Bejarano y su Movimiento Nacional por la Esperanza (MNE) pisarán formalmente tierra mexiquense para comenzar a pavimentar su proyecto, cuyas metas programadas tienen fecha de 2021, 2023 y 2024. Toluca, Zinacantepec y Villa de Allende, serán los municipios que dentro de una semana recibirán al MNE donde tomarán protesta diversas estructuras del Valle de Toluca.
El MNE asegura entender la trascendencia de esta entidad para sus planes, donde el primer e inevitable paso es un choque de frente con el Grupo de Acción Política (GAP) comandado por Higinio Martínez Miranda dentro de Morena. Es decir, Bejarano y su cuadrilla vienen a ponerse al tú por tú contra el grupo más fuerte de la élite morenista.
Bejarano y sus operadores del Estado de México no han perdido el tiempo y lejos de restar se han dedicado a sumar a amigos, conocidos, propios y extraños en este río revuelto donde gran parte de la clase política se quiere sentir aliado de Morena.
Tal y como se adelantó en este espacio hace varias semanas, una de las figuras fuertes de Bejarano en el Estado de México es Nunila Pedraza, quien renunció recientemente al PRD. Junto con ella pronto veremos a otros políticos que hasta hoy siguen siendo priistas, panistas y perredistas, así como morenistas. El abanico de René se irá abriendo al filo de las siguientes dos semanas y será entonces cuando podamos medir sus alcances.
CANCIÓN, DICHO O REFRÁN
Esa de Selena: “No me queda más”…
Y ante esos tiempos actuales resulta interesante y hasta necesaria una postura como la ofrecida el pasado sábado en el discurso de Alejandro Ozuna Rivero, Secretario General de Gobierno, en el marco de la ceremonia del 195 aniversario de la creación del Estado de México, donde tuvo que aceptar con claridad el escenario político estatal. El número dos del Ejecutivo mexiquense y encargado de las relaciones políticas definió que la estrategia aplicada por el gobernador, Alfredo del Mazo, frente a la «inédita jornada que vive la República Mexicana», amerita un inexorable compromiso frontal del gobierno para la construcción de acuerdos basados en «diálogo y la colaboración respetuosa». Al parecer la estrategia no es del todo errada, lo hemos visto, es preferible trabajar y acordar con el presidente de la República y sus representantes locales, a declarar una guerra política en donde las consecuencias serían catastróficas.
Ahora la de José José: “Desesperado”…
La advertencia hecha por el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Maurilio Hernández, en el sentido de que pronto comenzará una limpia en las principales dependencias de la Legislatura no es ninguna broma. Esta consigna tomó fuerza tras el intento de sabotaje que un pésimo operador político del PRI le hizo a Morena, la semana pasada. El primero en la lista será Fernando Valente Baz Ferreira, quien tiene los días contados como titular del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM). El mimo Baz Ferreira lo sabe y por eso anda muy movido para tratar de salvar lo inevitable. Pero el aún responsable del OSFEM es muy torpe y descuidado, o en una de esas ya le vale; el viernes antepasado Fernando Baz Ferreira se reunión en conocido desayunador de Toluca con dos panistas, lacayos de Ulises Ramírez, a quienes les entregó algunos documentos; ahí mismo, tuvo un encuentro con el impresentable, Isidro Pastor Medrano. No son pocos los que afirman que el responsable de la fiscalización legislativa estaría ofreciendo expedientes al mejor postor.
“A falta de pan, tortillas”…
A falta de un cabildo fuerte, protagonista y medianamente inteligente, el alcalde de Toluca Juan Rodolfo Sánchez Gómez sabe que para gobernar no tiene más a que a sus amigos y colaboradores insertos en la administración. Después de revisar la limitada trayectoria del secretario, síndicos y regidores, Sánchez Gómez sabe que la “masa está muy aguada” para hacer tamales. Por eso Sandro Abdías Mejía Sanabria, octavo regidor, estaría llamado a convertirse en el hombre fuerte del cabildo. Hace unos días el joven edil organizó un evento con más de mil personas donde mostró agradecimiento, fuerza y levantó la mano para decir –a los que tienen que saber esto en su partido- que ahí está. A Pesar del fuego amigo y la irritación que ha causado en ese reducido espacio de pensadores llamado cabildo, el chavo parece estar arropado por la Secretaría General Estatal de Morena y por el Pedro Zenteno.
