REDACCIÓN
El presidente de Ruanda, Paul Kagame, afirmó hoy que habrá represalias para quien busque desestabilizar al país, al comenzar una semana de conmemoraciones por el genocidio en esa nación hace 25 años.
«Es imposible comprender en su totalidad la soledad y el enfado de los supervivientes, y sin embargo, una y otra vez, les hemos pedido hacer los sacrificios necesarios para dar a nuestra nación una nueva vida», indicó.
«Para aquellos de aquí o de fuera que piensan que nuestro país no ha visto suficiente caos y quieren meterse con nosotros, en defensa de los niños y de nuestra nación, quiero decirles que nos meteremos con ellos a lo grande», refirió.
En un mensaje en el centro de convenciones de Kigali apuntó que «Ruanda es ahora una familia, por ello seguimos existiendo a pesar de todo por lo que hemos pasado».
El jefe de Estado ruandés y su esposa, Jeannette Kagame, así como el primer ministro Etíope, Abiy Adhmed, encendieron en el Monumento al Genocidio en Kigali la llama del recuerdo en honor a las víctimas.
Además asistieron los presidentes de las comisiones de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, y de la Unión Europea, Jean-Claude Juncker, quienes expesaron su solidaridad y admiración al pueblo ruandés.
La génesis del genocidio se dio el seis de abril de 1994, cuando el avión que transportaba al presidente ruandés Juvenal Habyarimana, miembro de la mayoría hutu, fue derribado en una acción planeada por militares de su propia etnia.
Todas las personas a bordo murieron, incluyendo el presidente de Burundi, Cyprien Ntaryamira. En pocas horas, extremistas hutus se hicieron con el poder y una ola de asesinatos se desató contra la minoría tutsi. En 100 días murieron más de 800 mil personas.
El comité independiente creado para dilucidar el caso indicó que los radicales hutus no querían la incorporación del Frente Patriótico de Ruanda (RPF-tutsi) a las filas del ejército , ni la creación de un gobierno de unidad nacional. Los inconformes presentaron el atentado como obra del RPF y así justificaron los desmanes.
El coronel Theoneste Bagosora fue hallado culpable de los hechos y fue condenado a prisión de por vida por el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) en 2018.
Durante el periodo, casi 11 por ciento de la población del país fue asesinada. La mayoría de las víctimas pertenecía a la etnia tutsi, que desapareció en casi 80 por ciento y, según datos oficiales, la ola de violencia provocó más de dos millones de refugiados.
Tras depositar una ofrenda floral en el memorial de Gizoni, Kagame apuntó «No hay manera de comprender totalmente la soledad y la rabia de los sobrevivientes y, sin embargo, una y otra vez les hemos pedido que hagan sacrificios para dar a nuestra nación una nueva vida. Las emociones se tienen que guardar».
«Somos mucho mejores ruandeses de lo que éramos, pero podemos ser aún mejores. Somos los últimos en el mundo que deberíamos caer en el conformismo», refirió.