REDACCIÓN
El domador de caballos, David Alonso Alcalá, encabeza un proyecto para rescatar la raza del caballo criollo mexicano, la cual fue empleada por los ejércitos en la Revolución Mexicana y caudillos como Emiliano Zapata.
“El grueso de lo que traía la tropa eran caballos criollos, en fotos históricas con Emiliano Zapata, incluso Pancho Villa, la mayoría de los revolucionarios eran caballos criollos”, declaró en entrevista con Notimex.
Comentó que por las características de estos ejemplares, fueron los indicados para acompañar a los revolucionarios en sus enfrentamientos y travesías, sin embargo, este fenotipo fue desapareciendo por la introducción de nuevas razas al territorio, como la cuarto de milla o la española.
“El caballo criollo mexicano es un caballo no muy alto, estatura mediana baja; es un caballo angosto de huesos fuertes, hombros fuertes, cañas relativamente gruesas, cascos muy duros, perfil recto, la base del cuello es ancha, el bordo es un tanto recto, su grupa es caída, es abundante de crines, es abundante de cola”, explicó.
Sobre el caudillo Emiliano Zapata, destacó su trabajo como caballerango mayor en la mansión de Ignacio de la Torre y Mier, yerno de Porfirio Díaz, donde adquirió un vasto conocimiento sobre caballos, los cuales eran uno de sus gustos predilectos.
Señaló que el general Jesús María Guajardo sabía de dicha afición de Zapata, por lo que la usó a su favor regalándole el caballo As de Oros, con el que ingresó a la Exhacienda de Chinameca, donde fue asesinado el 10 de abril de 1919.
“Fue un regalo que le hicieron los carrancistas, porque sabían de su gusto por los buenos caballos, y aparte que en aquel momento el ejército de Zapata venía muy desgastado, necesitaba municiones, necesitaba caballada, entonces, como que aprovecharon esa debilidad para ponerle la trampa para que cayera en la Exhacienda de Chinameca”, apuntó.
Alonso Alcalá comentó que es probable que dicho caballo en el que el caudillo hizo su última monta no fuera propiamente criollo, pues al ser un ejemplar de regalo, seguramente era de una raza más fina o con mejores condiciones.
También, aseguró que el mito de que en la emboscada en la Exhacienda de Chinameca el animal recibiera siete impactos de bala y sobreviviera, es muy improbable, debido al calibre de los fusiles con los que le dispararon a Zapata.
No obstante, afirmó que por la documentación fotográfica que ha podido recopilar junto con otros expertos, han determinado que la mayoría de los revolucionarios, incluido Emiliano Zapata, emplearon caballos criollos. Asimismo, han detectado el fenotipo de esta raza para poder rescatarla.
“Hace tres años empezamos a formalizarnos, a platicar más enfocados a esto, e hicimos un grupo de personas interesadas, y ahorita ya tenemos algo de bases históricas, más o menos tenemos ideado por dónde va a ser el encauce que le vamos a dar al proyecto”, dijo.
Explicó que “ya contactamos a la Universidad Autónoma de Chihuahua, donde un experto en fenotipo nos va a estar apoyando en la elaboración de todo el protocolo, para hacer el libro de registro y que la Sader –Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural- nos pueda reconocer como raza el caballo criollo mexicano”.
Apuntó que el caballo criollo mexicano se fue perdiendo por influencia de otras razas extranjeras, como la cuarto de milla o los españoles. Además, anteriormente, en México no se buscaban razas de caballos, únicamente se buscaban animales bien proporcionados.
“La antigua charrería se inició con este tipo de caballos, a medida que se hizo popular la raza cuarto de milla y se especializó esta raza en líneas de sangre, de rienda, de corte de ganado y se fue abandonando el caballo criollo, entonces, prácticamente la charrería se hace con caballos cuarto de milla”, señaló.
Comentó que el caballo criollo mexicano se conservó en cierta medida en algunos estados del sureste y sur, como Tabasco, Oaxaca y Guerrero, mientras que en el norte del país su uso se perdió por la influenza de razas americanas.
David Alonso puntualizó que el origen del caballo criollo mexicano fue por los que trajeron los españoles, que se fue enriquecido por otras razas como la árabe o los pura sangre.
“Comían poco y con poquito hacían mucho, muy resistentes al trabajo, a las fatigas, era el caballo ideal, por eso queremos conservar eso que lo hace ser un caballo muy especial”, mencionó.
Declaró que hoy en día, él y otros expertos interesados en el tema, buscan ejemplares que cumplan con las características de los caballos criollos.
“Entonces, buscamos yeguas, buscamos sementales, incluso, tenemos la idea de posiblemente incorporar sangre del caballo tiger mustang, que conserva en su ADN mucha sangre ibérica, que puede ser algo muy parecido a lo que trae el genoma del caballo criollo mexicano”, añadió.