REDACCIÓN
Desde febrero de 2018 Bernardina, ama de casa de 53 años de edad, accedió al Programa Familias Fuertes Salario rosa, y a partir de esa fecha ha tenido como objetivo impulsar la educación de su hijo Juan José, destinando parte del beneficio a cubrir los gastos escolares de él.
Bernardina tiene tres hijos, es originaria de la comunidad de Santa Juana primera Sección, en Almoloya de Juárez, vive con su esposo Patricio y su hijo menor Juan José, quien actualmente estudia el sexto semestre de Ingeniería en Agronomía Fitotecnista de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Su esposo Patricio Malváez, de 54 años de edad, trabaja como empleado en el campo y hay ocasiones en que no encuentra trabajo o bien el dinero no les alcanza, razón que los hizo preocuparse porque peligraba la continuidad de su hijo en la universidad, sin embargo, desde que Bernardina tiene el Salario rosa ha podido apoyar con los materiales escolares y con el transporte de su hijo, lo cual le ha brindado tranquilidad.
“El Salario rosa me ha servido para la educación de mi hijo, antes de tener el beneficio me era muy complicado, lo mandaba con lo justo”, comenta.
Además de apoyar la formación académica de su hijo, Bernardina en ocasiones sufre problemas de presión por lo que con el Salario rosa también ha podido apoyarse para contar con el suministro de medicamento.
“Qué bueno que el señor Gobernador se fijó en nosotras las mujeres, en darnos ese apoyo para seguir adelante, pues a veces no nos tomamos una pastilla por falta de dinero o no mandamos a nuestros hijos a la escuela, por eso este apoyo nos ayuda a cubrir eso”, señaló.
Y es que tanto para Bernardina, como para Juan José, el Gobierno estatal reconoce el trabajo que las amas de casa realizan en su hogar todos los días, y ello es un verdadero estímulo que los inspira a seguir esforzándose.
“Ningún Gobernador nos había reconocido las labores que hacemos en casa como lavar, planchar, dar de comer, hacer todo el quehacer, por eso, hay de darle muchas gracias al Gobernador Alfredo Del Mazo, porque se fijó en las mujeres más que nada”, expone.
Por su parte, Juan José agradece sobre todo a su mamá por ayudarle con su educación, a quien la ubica como un ejemplo a seguir, “yo reconozco a mi mamá como una ganadora, pues su trabajo y su esfuerzo nos ha sacado adelante, le doy las gracias”.
Mediante el Salario rosa, Bernardina, al igual que las demás amas de casa beneficiarias de este programa, ha mejorado su condición de vida y la de sus familias, pues a partir de contar con el programa no sólo han accedido a un apoyo económico, sino también se han acercado a las diversas instituciones para capacitarse y estar mejor preparadas, como son los cursos de Estilismo, Reparación de Electrodomésticos y Bisutería, entre otros.
Actualmente las beneficiarias de este programa también tienen la posibilidad de asistir a los Centros de Salud a realizarse mastografía sin costo alguno con el objetivo de prevenir o, en su caso, atender posibles casos de cáncer de mama.
Así, el Salario rosa ayuda a las amas de casa a obtener mayores ingresos económicos, capacitarse para el autoempleo, terminar su preparación académica y cuidar su salud.