REDACCIÓN
Avanzada Metálica fue una disquera que representó un parteaguas en la escena del heavy metal en el país, toda vez que fue pionera en apostar por la edición en un formato físico en México enfocado en este género musical y sus derivados, por lo que dio pauta a la historia musical de lo que se hizo en esta nación.
Gracias a la importancia de esta empresa es por lo que la Fonoteca Nacional le abrió las puertas a una charla sobre tema, en la que se platicó sobre el nacimiento y el desarrollo de esta discográfica independiente.
Ante el público, Alejandro «Dock» Mendoza, miembro fundador de Avanzada Metálica, señaló que ésta “se remonta a la época de los dinosaurios”, ya que surgió cuando no había nada escrito y se empezaba a hacer la escena del metal en el país.
Algunos grupos del género ya tenían presentaciones en vivo, pero no había un registro discográfico que pudiera señalar que existían estas bandas, entonces ante la inquietud fue que dicha disquera empezó a trabajar a mediados de 1986 para impulsar las alineaciones.
“Empezamos a ver que esto tenía que continuar y comenzamos a sacar los discos de los grupos metálicos; había varias bandas que necesitaban darse a conocer, desde ese entonces y hasta la fecha. No había medios que apoyaran o que promocionaran estas propuestas, sobre todo, a los del interior del país”, dijo el «Dock».
En ese entonces predominaba el eje Guadalajara, Monterrey, Ciudad de México, en donde estaba más sólida la escena musical y básicamente giraban los grupos que estaban sobresaliendo o que “nos dábamos cuenta que existían, porque no había medios de contacto con las otras escenas en el resto del país”.
Fue así como empezó a crecer la escena, en un principio salieron los discos de vinilo, posteriormente los casetes, después llegó el CD y así la casa discográfica fue creciendo hasta llegar a tener 88 producciones, las cuales eran básicamente de grupos mexicanos, sólo cinco por ciento eran trabajos extranjeros.
“Luchamos contra la censura, si alguien conoce el primer disco de Pactum, verán que no viene más que el título del disco Ficción, lujuria y blasfemia’, el logo del grupo, pero no vienen los nombres de las canciones y si sacan el librito, no vienen las letras de los temas, que era algo que hacía Avanzada Metálica”, señaló.
En aquel entonces este sello seguía en época de crecimiento y tenía una distribución en diversas plazas del país, por medio de una tienda en el barrio de Tepito, en la Ciudad de México; sin embargo, los fundadores de esta empresa querían algo más y entraron en contacto con la cadena de Aurrera y ahí pudieron entrar.
Pero la mayoría de los agremiados de ahí eran de una asociación cristiana y el encargado al ver los títulos de algunas canciones “se espantó y no entraron algunos discos, pero no podíamos dejar fuera materiales importantes en la historia del heavy metal en el país”.
Debido a esto es que se decidió sacar el álbum sin el nombre de las canciones, y ya cuando salió al mercado la producción musical se distribuía una hoja, precisamente con los nombres de los temas y las letras de éstas.
“Desgraciadamente los problemas económicos del país causaron estragos en Avanzada Metálica y para 1994 dejó de existir por la devaluación del peso; todos los contratos que se hacían para maquilar los discos eran en dólares, por lo que nos quedamos súper endeudados”, expresó el «Dock».
El sello discográfico se declaró en bancarrota, pero dejó un legado al heavy metal al sentar las bases para que otros personajes tuvieran la inquietud de algo que ya se había iniciado, concluyó.