REDACCIÓN, Madrid, 19 Dic .- Ambientalistas indígenas pidieron a los líderes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP25) mayor protección para los defensores de la tierra, uno de los temas que consideran urgente resolver.
Al exponer este asunto en una consulta y entregar sus posturas en una carta, la organización 350.org destacó que se ha escuchado a los pueblos indígenas y ellos quieren “el fin de la criminalización”.
Esa es una de las reivindicaciones más urgentes: el fin del encarcelamiento, la desaparición y el asesinato de líderes y autoridades tradicionales para la protección y la defensa de los territorios indígenas.
También piden a los Estados participantes en la cumbre, así como a las organizaciones internacionales de derechos humanos y/ambientales, “que investiguen juntos los casos de manera transparente y responsable”.
La Carta Climática Indígena de los pueblos de las Américas, el Caribe y las Antillas fue entregada a Andrés Landerretche, coordinador de la presidencia de la COP25, y a Gonzalo Muñoz, empresario chileno nombrado “campeón” de la cumbre.
La activista sueca Gretha Tumberg, quien sorprendió con su llegada anticipada en la 25 Conferencia de las Partes (COP25), en Madrid, reconoció la lucha indígena en América y la crisis que afecta sus derechos.
Tras una consulta que comenzó en 2018, por la organización 350.org América Latina, representantes indígenas se pronunciaron sobre la crisis ambiental que, afirman, no acabará con acciones como el mercado de carbono, así como por la urgencia de proteger a los defensores del clima.
“Las consultas han traído una visión con espiritualidad, que expone la forma de vida propia de los diferentes pueblos indígenas, mucho más allá de la materialidad, así como una preocupación actual por los asesinatos de líderes”, dijo Nicole Figueiredo de Oliveira, directora de la organización.
En la carta entregada en la edición 25 de la Conferencia sobre Cambio Climático (COP25) expusieron la urgencia de rechazar “la mercantilización de la naturaleza, ya que la tierra y los territorios no tienen precio”.
Para los ambientalistas indígenas, establecer mecanismos para un mercado de carbono, no impide la contaminación y la violación de los derechos humanos. Incluso, Figueiredo asegura que esto “se convierten en una ficción para especular con el cambio climático”.
Este punto “es uno de los más importantes en mi evaluación, porque las empresas siguen causando un gran impacto a causa de la producción de petróleo, minerales, madera, agroindustria, y no se hacen responsables de los daños que han causado anteriormente”, afirmó Ninawa Inu Huni Ku?, presidente de la Federación del Pueblo Huni Kui de Acre, Brasil.