Por Julio Alejandro AGUIRRE PADILLA
*Vida o muerte en un volado.
Todos sabemos el significado de la palabra Eutanasia y no está de sobra que lo recordemos. Es el acto de provocar intencionalmente la muerte de una persona que padece una enfermedad incurable para evitar que sufra.
Es la muerte sin dolores, molestias ni sufrimientos físicos.
Pues bien, en nuestro país no ha sido aprobada esta ley por las autoridades pasadas y presentes.
Mal hecho. Estoy de acuerdo con ello; tan estoy de acuerdo que si en mi recayera la decisión para con algún familiar, ser querido o conocido que lo pidiera, yo lo autorizaría, o yo mismo lo haría.
No sé de dónde y de quién diablos surgió la posibilidad de decidir que muera el viejo para que viva el joven.
Eso, pienso, es peor a no permitir, por ley, la eutanasia.
Decidir la vida de un ser humano al puro estilo «merengero».
(tras un volado) me parece, un acto incalificable.
No estoy dispuesto a poner en juego mi vida o la de mis seres queridos en manos de un cabrón que decidirá, con una sola palabra, Águila o Sol, si sigo o no viviendo.
Todos vamos a morir tarde o temprano; de una forma o de otra pero me niego a que jueguen con mi vida. Dios me la prestó y solo Él me la retira.
No perdonaré y señalaré aquel o aquellos funcionarios públicos que así lo decidan.
Que no estén -autoridades- preparados para atender y velar por la salud de TODOS los mexicanos es bronca de ellos y ellos serán los responsables.
En la política la mayoría se siente y cree ser el nuevo Mesías; pues les diré que fueron operados del cerebro y la intervención quirúrgica fue un rotundo fracaso.
¡Pos éstos! ¡Nada más eso nos faltaba!
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también ame, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
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