Es tradición este 29 de septiembre por San Miguel Arcángel.
Por Alelhi Rodríguez
En agosto de 2020, Felipe Gómez perdió a su hijo por COVID-19; cuenta que la enfermedad fue deteriorando su oxigenación, por lo que solicitó ser hospitalizado y a los cuatro días falleció por la enfermedad.
“Se estuvo atendiendo en casa, tuvo buenos medicamentos y doctor, pero se le empezó a ir la oxigenación y pues dijo que se internara, solo nos llamaron que había fallecido, sus pulmones estaban muy tapados”, explicó.
Este 29 de septiembre, Felipe, acompañado de su esposa, acudió al Panteón de San Cristóbal Huichochitlán del municipio de Toluca, donde yacen los restos del joven de 31 años.
Algunas flores como gladiolas y nubes colocó en un florero al centro de su tumba, y una cruz de pétalos de cempasúchil agregó a la decoración.
Así lucía de florido este camposanto, y es que en este poblado otomí tienen como costumbre adornar las lápidas y colocar ofrendas en las casas desde este mes.
En esta zona, se observan desde el 28 de septiembre los negocios que ofertan flores y fruta; los pobladores dicen que es la primera fecha para honrar a quienes ya partieron, tradición que adoptaron desde varias generaciones y que aún conservan.
Este 2021 sí fue posible adornar las tumbas pese a la emergencia sanitaria por el virus; decenas de familias, con herramienta, ramos florales, incluso pintura, asistieron a este cementerio para embellecer los sepulcros.
Por San Miguel Arcángel es que llevan a cabo esta tradición y se dice que llegan las almas de infantes. “El día de hoy la tradición del pueblo para los fieles difuntos es que se está festejando a los niños pequeños”.
Cabe mencionar que a las 18:00 horas se celebrará una misa en este sitio, para honrar la memoria de estas almas.
De acuerdo con vecinos, son cuatro días los que este poblado venera a los que ya partieron: el 29 de septiembre por este arcángel, el 28 de octubre por San Simón y el 1 y 2 de noviembre.
