La economía ha afectado a este sector por la COVID-19
Por Alelhi Rodríguez
Margarita García Martínez es comerciante por temporada. Este mes oferta vestidos para Niños Dios en el estacionamiento del Parque Colosio, a un costado del Mercado Benito Juárez de la capital mexiquense.
Desde hace medio siglo, esta mujer se ha dedicado a vender indumentaria y accesorios para Niños Dios, dice que cuando tenía 10 años acompañaba a su abuela en su negocio.
Con el paso del tiempo, esta mujer continuó con esta fuente de empleo, que este año reporta bajas ventas, supone que por la emergencia sanitaria de COVID-19.
“Muy bajas las ventas, muy poca gente viene, los invitamos a que nos apoyen en nuestra economía, tenemos buenos precios y calidad”.
Asegura que en otros años vendía hasta 300 vestidos previo al Día de la Candelaria, sin embargo, en los últimos dos, las ventas no han surtido efecto por la enfermedad y por la decreciente economía.
Platicó que en el 2021 no hubo oportunidad para vender sus vestidos, que en su mayoría son blancos, ya que la religión católica así lo ha solicitado.
“Ya no vendemos que el Niño doctor, el futbolista, nada de eso, así lo ha pedido la iglesia”, dijo.
De los 50 hasta los 650 pesos oscilan sus prendas, las que harán lucir a Jesús de bebé y que los feligreses acostumbran llevar a misa cada 2 de febrero.
Hasta el 3 de febrero, comerciantes de ropa, accesorios y restauradores de figuras religiosas se instalarán en este sitio, en la calle Presa de la Amistad, en la colonia Valle Verde.
