Guadalupe De la Cruz
Con mariachis, mañanitas, abrazos, pastel, comida, flores y otros presentes miles de mexicanos celebran el Día del Padre, pero sin ser tan ostentosas o llamativas, como lo fue el día de la madre.
De igual forma quienes tienen a su progenitor enfermo, internado o recluido en un asilo para ancianos los visitan, les regalan un poco de tiempo pero sin llevarlos a casa.
Sin embargo, quienes han perdido al patriarca de la familia destinan esta fecha para acudir a los panteones a dejar flores, y quisieran tenerlo para expresarle sus acciones de felicidad.
Este domingo 19 de junio, como el día de las madres o el 2 de noviembre- los cementerios lucen coloridos, llenos de vida, contrario a lo que representa dicho lugar, pues familiares de los difuntos acuden a vestir el lecho de muerte con flores y veladoras.
En los diferentes panteones del Valle de Toluca se puede apreciar el arribo de familiares, amigos y conocidos del finado que llegan con flores e incluso comida para “acompañar” al que ya no está a degustar su comida favorita.
Aunque la afluencia no es desbordada como sucede cuando se celebra a las mamás, la gente acude este día también a homenajear a quien en vida fue su “héroe”, su “ejemplo de vida”.