Alelhi Rodríguez
A los 7 años, Johan Arrieta Luna fue diagnosticado con el Trastorno del Espectro Autista (TEA). El parte médico de los especialistas no fue favorecedor, en ese entonces, para su familia.
“El diagnóstico fue hiperactividad con déficit de atención, retraso mental severo en rasgos de espectro autista, la doctora me dijo que el no iba a hablar, ni estudiar, que no iba aprender, prácticamente”, dijo Selene Luna Martínez, su madre.
Casi 13 años después, Johan demuestra lo contrario al parte médico, el joven a la edad de 20 años se comunica, estudia y dibuja, este último, uno de sus grandes talentos.
“Empecé a dibujar a los 13 años, realizaba personajes de un videojuego llamado Plantas contra Zombies, después ya experimenté otras cosas, como hacer personajes de anime y ahora de anatomía”, compartió.
Al veinteañero nada lo ha limitado para superarse y seguir aprendiendo. Ni la emergencia sanitaria de COVID-19 detuvo su aprendizaje en la ilustración.
“Me la paso haciendo ejercicios, he ido a cursos de dibujo tipo cómics, por la pandemia ya no tuve oportunidad, sin embargo, seguí estudiando por mi cuenta, viendo tutoriales de dibujo en YouTube, leyendo libros PDF de dibujo y viendo obras de diferentes artistas para inspirarme”.
Es así que el hogar de este joven se convirtió en su lugar de trabajo, sobre una mesa, con hojas tipo opalina, lápices y colores, emprende el arte que el solo sabe hacer.
Se apoya de música tipo Jazz para concentrase, dice. “Dibujo rostros realistas, bueno, diferentes estilos para a mi estilo”.
Son dos a tres horas las que Arrieta Luna invierte en su trabajo que ya ha sido expuesto en el Museo de la Luna del municipio de Lerma, además de obtener el segundo lugar en el Concurso Nacional de Talentos para Personas con Discapacidad.
El apoyo que Johan a recibido por parte de su familia y maestros ha permitido que sea un ilustrador de talento. “Mi mamá me ha ayudado mucho también mi maestro Alfredo quien me ha dado consejos para mejorar y perfeccionar mi estilo”, apuntó.
Comentarios
El talento de Johan comenta, ha despertado comentarios positivos, lo que lo inspira a cada día esforzarse un poco más. “Que mis trabajos son maravillosos, hermosos, increíbles, sorprendentes, dicen”.
La clave
“Mis dibujos, mis obras, serían una muestra de pasión, esfuerzo y dedicación hacia lo que te gusta hacer y también sirve para otras personas que su profesión no tiene relación con el dibujo, por ejemplo, la gastronomía, bueno todo tipo de trabajo”.
El originario de Toluca, actualmente estudia la preparatoria abierta, su madre platica que con el paso de los años a impulsado a que este sea lo más autónomo posible y que este pueda tener una vida tan normal como la de la mayoría de los individuos.
“A Johan ya lo estoy viendo realizado como persona, por su arte, todavía nos falta mucho camino por recorrer pero ahorita ya lo estoy viendo realizándose después de un diagnóstico devastador”, dijo Selene.
El sueño
Mientras dibuja un rostro con apoyo de su celular para plasmar la imagen digital sobre el papel opalina, Johan aseveró que su sueño es ser un ilustrador reconocido, animador y un artista conceptual.
TEA
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Trastorno del Espectro Autista (TEA), son un grupo de afecciones diversas que se caracterizan por algún grado de dificultad en la interacción social y la comunicación.
Algunas características que presentan quienes padecen TEA son patrones atípicos de actividad y comportamiento; por ejemplo, dificultad para pasar de una actividad a otra, gran atención a los detalles y reacciones poco habituales a las sensaciones.
La OMS precisa que las capacidades y necesidades de las personas con autismo varían y pueden evolucionar con el tiempo. Aunque algunas personas con autismo pueden vivir de manera independiente, hay otras con discapacidades graves que necesitan constante atención y apoyo durante toda su vida.
También detalla que el autismo suele influir en la educación y las oportunidades de empleo. Además, impone exigencias considerables a las familias que prestan atención y apoyo.
Las actitudes sociales y el nivel de apoyo prestado por las autoridades locales y nacionales son factores importantes que determinan la calidad de vida de las personas con autismo.
Detectarse en primera infancia
La Organización asegura que las características del autismo pueden detectarse en la primera infancia, pero, a menudo, el autismo no se diagnostica hasta mucho más tarde.
“Las personas con autismo presentan a menudo afecciones comórbidas, como epilepsia, depresión, ansiedad y trastorno de déficit de atención e hiperactividad, y comportamientos problemáticos, como dificultad para dormir y autolesiones. El nivel intelectual varía mucho de un caso a otro, y va desde un deterioro profundo hasta casos con aptitudes cognitivas altas”.