viernes, noviembre 22, 2024
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Entre Comillas · Alberto Abrego

HAY TIRO EN EL ESTADO DE MÉXICO

 

“Ante un hombre fuerte, muéstrate decidido y determinado. Es la única manera de que este hombre te aprecie. En la vida se dan muchos casos de alianzas entre los débiles. Alguien ha dicho que los tontos siempre se reconocen y se reúnen.”

Noel Clarasó Daudí, escritor español

 

“Una de las grandes inquietudes del ser humano es la búsqueda de poder, y la mayor de sus limitaciones es la incapacidad para administrarlo”

Vladimir Carazo Serrano, costarricense, médico de profesión

 

Dicen por ahí que en política, el último acuerdo mata a los anteriores, o que la memoria puede ser tan corta, como conveniente. Y es exactamente lo que aplica en el ámbito político actual, luego de que este jueves 12 de enero el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) anunciaran que irán juntos en la alianza “Va por México” para contender en las elecciones por la gubernatura del Estado de México y Coahuila en este año, y por la presidencial y la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en 2024.

Se acordó que el tricolor elegirá candidatos para las gubernaturas del Estado de México y Coahuila, mientras que de las filas azules saldrán los elegidos para contender el próximo año por la CDMX y la Presidencia de la República.

¿Y el PRD?, bueno, el PRD es lo más parecido a los peces rémora que ni perjudican ni benefician. Obviamente su capital político no le alcanza ni siquiera para que le permitan proponer a alguno de sus candidatos, y no le queda más que asumir el papel de comparsa, al cual ya está acostumbrado desde hace algunos años para seguir sobreviviendo.

Es claro que esta alianza -como casi todas-, no representa una plataforma común. Se olvidan agravios y se perdonan traiciones. Dejan a un lado profundas diferencias y se unen tres fuerzas ideológicamente distantes alguna vez irreconciliables, sumando esfuerzos para tener alguna oportunidad de recuperar lo que durante décadas tuvieron a manos llenas: el poder omnipotente.

Da curiosidad ahora cómo harán la difícil tarea de convencer a un panista de votar por un priísta, o a un priísta votar por un panista; peor aún, pedirle a un perredista -¿aún existen?-, que se supone que son de izquierda, el voto para alguien de derecha, o de centro derecha. Tres partidos con ideologías completamente distintas, que durante toda su existencia se han acusado de lo peor, ahora hacen frente común no para buscar una sociedad mejor, no para tener más seguridad, no para destinar los recursos a quien más los necesita, sino para “vencer a Morena” y no perder los privilegios que hoy ya parecen inalcanzables.

¡Ahh, nuestra política!, ¡nuestro sistema de partidos! Tan hábiles, tan llenos de recursos, expertos en el descaro y el cinismo. Beneficiarios del intercambio permanente de favores e intereses. Beneficiarios de la debilidad institucional y legislativa que permiten y promueven de forma deliberada para tratar de no perder sus posiciones. A esto le llamamos aquí democracia, a las mezcolanzas con polaridades distintas, al agandalle, a la simulación y a la conveniencia de que con estas “alianzas” sigan sobreviviendo partidos que ya nada tienen que hacer en la esfera política.

Orgullosos, los protagonistas de “Va por México” enarbolan la bandera de la democracia, que aunque con bases ideológicas opuestas, sus intereses son comunes, como vencer a un enemigo que de otro modo sería invencible, detentar el poder como forma de vida y no perder lo que por años han consolidado. ¿Los postulados de sus partidos?, esos son lo de menos.

Por lo pronto, hay tiro en el Estado de México, según las encuestas, “Va por México” arranca en segundo lugar, detrás de la precandidata de Morena, Delfina Gómez Álvarez, que hasta el momento es la favorita de los encuestados. Falta camino por recorrer, mañas, golpes bajos, trapitos al sol, guerra de presupuestos y gastos de campaña, debates… ahh, y tal vez también algunas propuestas.

Indiscutiblemente el poder debe tener equilibrios y contrapesos, eso se logra con un poder bien repartido entre las distintas fuerzas políticas; aquí el problema es que los líderes de los principales partidos opositores no representan demasiadas garantías de honestidad y transparencia: Alito arrastra severos señalamientos de corrupción y malos manejos durante su administración como gobernador en Campeche; Marko Cortés ha sido duramente cuestionado por los propios panistas por sus actitudes derrotistas y sus decisiones parciales; mientras que Jesús Zambrano, a estas alturas, ni fu ni fa. Habrá que ver si construyen una plataforma política con propuestas que convenzan y dejen de hacer lo que tanto critican: hablar mal del de enfrente. Uno de los objetivos de esta alianza debería ser trabajar un poco en obtener un poco más de credibilidad.

No es poco lo que se juega en este 2023, no son solamente las gubernaturas del Estado de México y Coahuila.

Saben que solos, estos partidos no tienen ninguna oportunidad, y saben también que si pierden, será definitivo en los resultados presidenciales en 2024. Por eso, ¡HAY TIRO!

 

RÁPIDAS MEXIQUENSES. De última hora, se sube al barco de “Va por México” el Partido Nueva Alianza, que con sus 208 mil votos conseguidos en las pasadas elecciones del 2021, seguramente le alcanzó para una buena negociación.

Si el PRI, el PAN, el PRD y PANAL van juntos en una elección, ¿no sería mejor que las autoridades electorales los consideren como un solo partido, y así se les asignara un solo presupuesto?, sería un buen ahorro para nuestro erario. Es solo una pregunta. Si se legislara…

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