Rafael Rodríguez
El pasado domingo, un grupo de aproximadamente quinientos individuos que se identifican como soldados en activo, retirados y jubilados, junto con sus familiares, llevaron a cabo una marcha en la Ciudad de México en defensa de los derechos de los miembros de las Fuerzas Armadas. La convocatoria se realizó después de la detención de militares acusados de haber asesinado a cinco jóvenes en Nuevo Laredo.
Los manifestantes se reunieron en el Ángel de la Independencia y comenzaron su marcha hacia el Zócalo de la Ciudad de México alrededor de las 10 de la mañana. Muchos vestían uniformes militares en verde oliva, otros pantalones y camisetas de camuflaje, y algunos más se unieron vestidos de civil. Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional estuvieron presentes para vigilar la zona de la colonia Manuel Cavazos Lerma y garantizar la seguridad de los manifestantes.
La manifestación estuvo encabezada por Rosalio López, un subteniente retirado, y otros líderes, y los manifestantes corearon consignas como “¡Se ve, se siente, el Ejército está presente!”, “¡Soldado, amigo, el pueblo está contigo!”, y portaron pancartas con mensajes como “También los soldados tienen derechos, basta de abusos en su contra” y “Cuando nos convertimos en soldados, no dejamos de ser ciudadanos. El Ejército Mexicano”.
La marcha se llevó a cabo en un ambiente pacífico y sin incidentes violentos. La actitud respetuosa de los manifestantes demuestra su compromiso para trabajar juntos en la lucha por un país en paz y en el respeto a los derechos humanos.
Esta manifestación muestra la preocupación de los soldados por la detención de algunos de sus compañeros y su disposición para trabajar juntos en la lucha por un país en paz, donde se respeten los derechos humanos de todos, incluyendo a los miembros de las Fuerzas Armadas.
A su llegada al Zócalo, los manifestantes realizaron un mitin frente a Palacio Nacional para continuar su protesta pacífica y expresar su solidaridad con los militares detenidos.