LOS COMPADRES DE LA DIVINIDAD
“Chúpame la lengua”
Dalai Lama a niño que fue a pedirle un abrazo
Tenzin Gyatso fue señalado, a la edad de cuatro años como la décimo cuarta reencarnación de Avalokitesvara, el “Santo Patrono del Tíbet”, el “Buddha de la Compasión”, o “El señor que mira hacia abajo, que aprecia y toma en cuenta a todos”; llamado también el Padma Pami, que significa “El que sostiene la Flor de Loto” y “El elegido para renacer y servir a la humanidad”.
Instruido en filosofía, disciplina monástica, metafísica, lógica, epistemología, poesía, música, arte dramático, astrología, composición y expresión, fue proclamado en 1940, a la edad de cinco años como soberano del Tíbet, y desde entonces es el jefe supremo y líder espiritual de todas las comunidades budistas de su país. Fue Premio Nóbel de la Paz en 1989.
El mundo lo conoce como “El Dalai Lama”, que en el budismo tibetano significa “Océano de Sabiduría”, y se refiere también al que ha logrado el control sobre la muerte, ejerciendo la reencarnación.
Recientemente, se ha hecho viral un video que ha sacudido las redes sociales, en el que el líder religioso besa a un niño en la boca y luego le pide que le chupe la lengua.
Ante las críticas a nivel mundial, a través de su cuenta de twitter, el líder budista tuvo que ofrecer disculpas “…por cualquier dolor que sus palabras hayan podido causar…”
No se disculpó por sus hechos, sólo por sus palabras. El caso es que las imágenes que todo el mundo vio son contundentemente asquerosas e inmorales aunque sus seguidores y su grupo cercano hacen hasta lo imposible por justificarlo.
En la religión budista se cree que enseñar la lengua es un símbolo de respeto y aprecio. Es una tradición surgida desde el siglo IX, cuando existía un malvado rey tibetano llamado Lang Darma, que tenía la lengua negra, por lo que la gente mostraba la lengua para comprobar que no representan la reencarnación del tirano, costumbre que trascendió convirtiéndose en una forma de saludo, devoción y amistad hacia los demás.
No es un tema de la cultura occidental. En ningún contexto, en ninguna cultura pueden verse estas imágenes con “ojos inocentes” o “ingenuos”; el líder budista no puede argumentar diferencias culturales, o que sacaron la imagen de contexto, que el video no está sexualizado y que no es morboso. El Dalai Lama no es ningún ignorante, no vive en otro planeta, ha viajado por todo el mundo y está plenamente consciente que el abuso sexual es un tema sensible y aberrante que se ha esparcido por cada rincón de la Tierra.
En ninguna parte de la historia existe evidencia de que pedir a un niño “chupar la lengua del líder”, signifique una muestra de algo en la tradición budista. Más bien, en cualquier religión, sociedad, en cualquier parte del planeta o de la historia eso es un acto vil, propio de un pervertido y pederasta. A las cosas debemos llamarlas por su nombre, y lo que todos vimos en ese asqueroso video es una demostración de ruindad, pederastía y depravación.
Estamos hartos de soportar a una jerarquía religiosa que alberga y protege a inmorales pervertidos que bajo el manto de una tradición, o la explotación de una fe se aprovechan principalmente de los más vulnerables que son los niños; porque lo que hizo el llamado Dalai Lama, Su Santidad no es otra cosa que abuso infantil que debe ser castigado no solamente con el repudio general, sino con cárcel.
Habrá que preguntarse si alguna vez le pidió algo parecido a algún adulto, de los budistas o no budistas que caminan normalmente por las calles, no de los miembros de su séquito que lo cuidan y se desviven por justificar sus perversidades, tratando de legitimar todo desde la cúpula del poder religioso.
No hay excusa. No podemos permanecer indiferentes ni en silencio. Los escándalos de acoso sexual no son nuevos en el budismo tibetano; la prensa internacional ha dado cuenta de algunos casos de supuestos abusos de poder de los que el Dalai Lama habría tenido noticia. Nada ha trascendido.
La religión, en todas sus formas ofrece a la humanidad preceptos espirituales como la fe, la humildad y la esperanza, pero la soberbia, la impunidad y los bajos instintos de sus predicadores los hacen cometer abusos porque se creen compadres de la divinidad y dueños de las puertas del más allá.
Sus disculpas son tan indignantes como patéticas: “a menudo Su Santidad se burla de las personas que conoce de una manera inocente y juguetona, en público y ante las cámaras”
Se me ocurren muchos adjetivos para calificar lo que todos vimos en ese video, que nos conduce a la náusea. Falta espacio.
RÁPIDAS MEXIQUENSES. En el olvido van quedando poco a poco las víctimas mortales del accidente ocurrido hace dos semanas en Teotihuacán, donde una familia cayó de un globo aerostático que se incendió en el aire debido a la falta de condiciones suficientes de seguridad.
La falta de certificaciones y protocolos con las empresas de globos aerostáticos, en las que están involucradas autoridades que han permitido operar globos “piratas” a cambio de ciertos beneficios personales, han provocado dos muertes de las que ya nadie habla.
Y ya nadie cuestiona. Ninguna autoridad informa qué ha procedido con el Comisario de Seguridad y Director de Protección Civil de Teotihuacán, que supuestamente tenía muchas preguntas que responder al respecto.