Redacción
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, podría cumplir su promesa de campaña de vender el avión presidencial TP-01, después de cinco años de gobierno. A pesar de que ha intentado venderlo, intercambiarlo y hasta rifarlo, el avión no ha encontrado comprador y ha acumulado costos de mantenimiento y resguardo que ya rozan los 100 millones de pesos hasta enero de 2023.
El mandatario dijo que hay un posible acuerdo para la venta del avión, pero pidió esperar a que se firme para dar detalles. Adelantó que los recursos obtenidos se destinarán a dos hospitales del IMSS-Bienestar: uno en Tlapa, en la montaña de Guerrero, y otro en Tuxtepec, Oaxaca. “Lo del avión se está viendo, hay la posibilidad de que se venda, no puedo decir más”, dijo en su conferencia matutina.
Diversos medios comentan que Banobras estaba por firmar la venta del lujoso Boing B787 Dreamliner para uso ejecutivo, y se prevé que se vaya hasta la República de Tayikistán, “un país ubicado en Asia Central, famoso por sus lagos turquesa, su ruta de la seda, y sus jeques, acostumbrados a darse la buena vida”.
El presidente ha considerado diferentes destinos para el avión presidencial: desde entregarlo a la nueva aerolínea de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), rentarlo para viajes particulares y ofrecerlo al gobierno de Argentina en pagos a plazos, aunque ninguno se concretó.
El pasado 13 de febrero, el mandatario federal dijo que ofreció a su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, el avión presidencial a cambio de aeronaves de carga y helicópteros contra incendios, y que su propuesta estaba siendo analizada.
A pesar de que el avión presidencial no se utiliza, López Obrador ha insistido en que los hospitales serán construidos independientemente de si se vende o no la aeronave. “Estamos viendo ese asunto”, dijo en su conferencia matutina.