Redacción
En Acapulco, aproximadamente 50 familiares de al menos 20 marineros y tripulantes desaparecidos durante el paso del huracán «Otis» se manifestaron para exigir a las autoridades locales, estatales y federales que aceleren la búsqueda y localización de sus seres queridos.
Entre los manifestantes se encontraba Laura Castro, hija del capitán Felipe Castro, quien quedó a cargo del yate Acarey. Castro expresó su preocupación, alegando que la Marina parece renuente a continuar la búsqueda de sus familiares desaparecidos. Además, señaló que las autoridades no muestran interés en remover las embarcaciones hundidas, y sospechan que la cifra real de muertos es mayor a la reportada por el Gobierno.
Los familiares, junto con algunos sobrevivientes que participaron en una misa el miércoles pasado, han denunciado que los tripulantes se dirigieron a proteger las embarcaciones por instrucciones de los propietarios de los barcos y acusan al Gobierno de detener la búsqueda.
Jesús López Sarabia, esposo de una de las personas desaparecidas, relató que los marineros locales han encontrado cuerpos en la barra de Coyuca de Benítez, a unos 40 kilómetros de Acapulco, y solicitan el apoyo de los dueños de los barcos para localizar a sus familiares.
El presidente Andrés Manuel López Obrador visitó Acapulco el pasado miércoles, enfrentando cuestionamientos sobre la cifra oficial de muertos y la respuesta tardía a los damnificados por el huracán «Otis», que dejó a aproximadamente 250,000 personas sin hogar. López Obrador acusó a sus «adversarios» de difundir información incorrecta para socavar al Gobierno.
Hasta el viernes, el Gobierno de México informó que la cifra de muertos tras el paso de «Otis» es de 49, con 26 personas aún desaparecidas. La búsqueda de personas, especialmente en Acapulco, sigue siendo una prioridad para las autoridades.
La Coordinación Nacional de Protección Civil indicó que 10,000 agentes de la Guardia Nacional están trabajando en la reactivación de vías de comunicación, mientras que más de 6,500 agentes del Ejército brindan apoyo en la distribución de suministros y otras tareas de ayuda. El costo estimado para reparaciones y apoyo social en Guerrero después del huracán se sitúa en más de 61,000 millones de pesos.
La agencia calificadora Fitch estima pérdidas catastróficas en alrededor de 16,000 millones de dólares, mientras que las cámaras empresariales prevén una reconstrucción de Acapulco que podría llevar hasta 300,000 millones de pesos en dos años.