Redacción
La médico Diana Lozano desafió los protocolos de seguridad al abrir la jeringa tradicional y realizar el procedimiento de extracción de la sustancia activa del frasco de la vacuna Pfizer contra el COVID-19. Este acto marcó el inicio de la comercialización y aplicación de la vacuna en diversas farmacias, generando un ambiente de júbilo entre la población.+
En la Farmacia del Ahorro de Santa Teresa, ubicada en San Jerónimo, la venta de la vacuna se mezcló con largas filas, esperas de más de una hora y un único médico general para atender a los pacientes. La vendedora, mientras hacía sonar la caja registradora, consultaba a los compradores sobre la cantidad de dosis que adquirirían y les proporcionaba un pase con la doctora, generando un proceso poco convencional.
A pesar de las demoras y la inusual dinámica, la demanda por la vacuna fue alta, agotándose en algunas Farmacias del Ahorro y en la San Pablo en menos de dos horas. Adultos mayores como Silvia Aguilar, quien optó por la vacuna Pfizer debido a la desconfianza hacia otras opciones, expresaron su disposición a hacer el esfuerzo económico para adquirirla y protegerse del virus.
Sin embargo, la aplicación de la vacuna en farmacias trajo consigo la falta de divisiones adecuadas entre pacientes sanos y enfermos, rompiendo protocolos esenciales de seguridad sanitaria. La sala de espera se convirtió en un espacio compartido por personas en busca de prevención y aquellas con enfermedades infecciosas.
Jorge Baruch, epidemiólogo y director de La Clínica del Viajero en la UNAM, destacó la importancia de mantener divisiones para evitar la exposición de pacientes inmunocomprometidos a posibles infecciones. La falta de esta precaución, según Baruch, plantea dudas sobre los permisos otorgados por la Cofepris.
El proceso de venta de la vacuna también fue cuestionado, ya que algunos pacientes pagaron antes de ser revisados por el médico, generando conflictos de intereses. Baruch enfatizó que el procedimiento debería ser revisar al paciente antes de cobrar.
A partir de este jueves, la vacunación se expandirá a consultorios privados, aunque se espera que las dosis pediátricas lleguen próximamente. La recomendación general es que la administración de vacunas se realice en un entorno seguro y con la supervisión de personal médico calificado.