Redacción
Rashee Rice, receptor abierto de los Kansas City Chiefs, se encuentra nuevamente bajo los reflectores de la atención pública. En esta ocasión, las autoridades policiales de Dallas están investigando un incidente ocurrido en un club nocturno, donde Rice presuntamente agredió a un fotógrafo durante la madrugada del lunes.
El Departamento de Policía de Dallas informó que están indagando un altercado violento que tuvo lugar cerca del establecimiento alrededor de las 2:30 a.m. de ese día, y aunque Rice no ha sido acusado formalmente, la víctima acudió por su cuenta a un hospital local con heridas que no ponen en peligro su vida.
Este no es el primer problema en el que se ve involucrado Rice en las últimas semanas. Recientemente admitió ante la policía su participación en un accidente automovilístico ocurrido el pasado 30 de marzo en una autopista de Dallas, donde varias personas resultaron heridas. Rice enfrenta cargos de asalto agravado y colisión con lesiones corporales graves.
A pesar de tener solo una temporada como jugador profesional en la NFL y haber contribuido al éxito de los Chiefs en el Super Bowl, Rice ha sido protagonista de dos controversias en un corto periodo de tiempo. Su estatus con el equipo aún está en el aire, y según algunos reportes, podrían enfrentarse a una suspensión de al menos ocho juegos debido a su papel en el accidente automovilístico.
El receptor de segunda ronda del Draft de la NFL de 2023 ha estado en libertad bajo fianza desde su arresto anterior, y se espera que las consecuencias de este último incidente sean evaluadas tanto por las autoridades como por su equipo. La atención sobre su comportamiento fuera del campo de juego plantea interrogantes sobre su futuro en la liga y su capacidad para mantenerse en el camino del éxito deportivo.