Redacción
El presidente municipal de Tlalnepantla, Marco Antonio Rodríguez Hurtado, encabezó una ceremonia póstuma en el Salón del Pueblo del Palacio Municipal en memoria de Mario Enrique del Toro, ciudadano destacado y exfuncionario que dedicó su vida al servicio y desarrollo del municipio. En el evento, Rodríguez Hurtado instó a los tlalnepantlenses a consolidar y preservar las instituciones locales a través del trabajo conjunto y la paz social.
Durante el homenaje, se recordó a Mario Enrique del Toro por su trayectoria en la administración pública, donde desempeñó diversos cargos, entre ellos, diputado local y federal, así como regidor. El presidente municipal subrayó el impacto positivo que Mario Enrique tuvo en la comunidad, destacando su dedicación y compromiso con Tlalnepantla y su labor en pro del bienestar de sus habitantes.
“Quiero destacar a Mario como un hombre que trabajó como diputado local y federal, como regidor y un hombre de lucha, quiero decirle hoy a sus hijos y a su hermana, que Mario cumplió su legado y misión, un hombre que luchó y trabajó por Tlalnepantla”, apuntó.
Rodríguez Hurtado mencionó que honrar el legado de Mario Enrique implica trabajar unidos para construir un municipio próspero y fuerte. La contribución de Del Toro fue reconocida no solo por su labor en el ámbito gubernamental, sino también por su habilidad para fomentar la conciliación y la colaboración entre distintas fracciones partidistas, lo que lo convirtió en una figura respetada y valorada por la comunidad.
La ceremonia contó con la presencia de familiares, amigos y funcionarios públicos, quienes se reunieron para rendir homenaje a un hombre que dejó una huella significativa en Tlalnepantla. Entre los asistentes se encontraban los dos hijos y la hermana de Mario Enrique, quienes se unieron a los presentes para recordar su legado y su compromiso con el municipio.
Edmundo Ranero Barrera, Secretario de Gobierno, y otros directores y funcionarios de la administración local también acudieron a la ceremonia. Su presencia subrayó la importancia del evento y el aprecio que sentían por Mario Enrique del Toro, quien se destacó no solo por su servicio público, sino también por su integridad y dedicación a Tlalnepantla.