Redacción
En una reciente reunión entre morenistas, se planteó la ambiciosa meta de afiliar a 10 millones de ciudadanos para convertir a Morena en el partido más grande del mundo. Esta propuesta fue impulsada por Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, durante un encuentro con legisladores y la dirigente nacional del partido, Luisa María Alcalde.
Uno de los temas centrales de la reunión fue el impulso de una reforma en materia de «supremacía constitucional». Esta iniciativa se asignará a los coordinadores de Morena en la Cámara de Diputados y el Senado, Ricardo Monreal y Adán Augusto López, respectivamente. El objetivo de la reforma es establecer que ningún poder, ni siquiera la Suprema Corte, puede estar por encima de las decisiones del constituyente.
Ricardo Monreal destacó que esta reforma buscará reafirmar la supremacía del poder reformador. Esta propuesta llega en un contexto de controversia debido a un mandato de una jueza de distrito que exige revertir la reforma al poder judicial, lo que ha generado un amplio debate en el ámbito político.
Andrés Manuel López Beltrán también mencionó el inicio de trabajos a nivel comunitario para llevar a cabo la afiliación de nuevos miembros. La estrategia consiste en movilizar esfuerzos para captar a un gran número de ciudadanos interesados en unirse al partido.
El líder de Morena reafirmó que la organización se considera un «constituyente permanente», enfatizando su compromiso con la reforma constitucional y su postura respecto a los jueces que han emitido suspensiones contra la reforma judicial. López Beltrán reiteró que Morena y sus aliados no buscarán interponer juicios políticos contra estos jueces, argumentando que no es una prioridad en este momento.
Esta reunión refleja las intenciones del partido de fortalecer su presencia y poder en el ámbito político, así como de garantizar la validez de su propuesta de reforma constitucional en un momento crítico para el país.