Redacción
La Secretaría de la Defensa Nacional informó el arribo de 180 elementos del cuerpo de fuerzas especiales del Ejército a Culiacán, como parte del refuerzo a los operativos de vigilancia y seguridad en la capital de Sinaloa.
El despliegue ocurre en un contexto de incremento de ataques contra inmuebles en zonas céntricas de la ciudad y de señalamientos sobre una presunta disminución de la vigilancia federal. De acuerdo con reportes oficiales, entre enero y noviembre se registraron 157 inmuebles atacados por grupos armados, ya sea incendiados, baleados o con ambos tipos de agresión.
El gobernador Rubén Rocha Moya rechazó que exista una reducción de la presencia militar en la ciudad y afirmó que el estado mantiene el mismo número de efectivos federales. “No hay menos militares, no se ha ido nadie de aquí, ni se va a ir; van a mantenerse el número de militares”, señaló al ser cuestionado sobre el tema.
El mandatario estatal explicó que los ajustes forman parte de una estrategia para una mejor distribución del personal en distintos puntos del municipio. No obstante, en días recientes se retiraron algunos retenes, situación que coincidió con nuevos hechos violentos contra establecimientos comerciales.
Entre los incidentes recientes se reportó el ataque a un casino ubicado en el sector Universitarios, sobre la avenida Las Américas, que fue baleado e incendiado de manera parcial. En ese mismo corredor vial se registró, horas después, un feminicidio en las inmediaciones de una glorieta, a pocos metros del establecimiento, el cual anunció posteriormente el cese de operaciones.
Durante la misma jornada se documentaron al menos cuatro inmuebles vandalizados en distintos puntos de la ciudad. Para el día siguiente se reportaron otros tres ataques, uno de ellos en el sector Chapultepec, donde un vehículo de lujo fue incendiado frente a un inmueble.
Las autoridades federales informaron que el nuevo contingente militar arribó alrededor de las 10:00 horas a la Base Aérea Militar número 10, en Culiacán, desde donde se trasladó al cuartel militar para integrarse a las labores de patrullaje y vigilancia en la capital sinaloense.




